Las recomendaciones para perder unas cuantas libras suelen ser simples, pero la desesperación por deshacerse de ellas hace que se tomen caminos cortos que, a la larga, no llevan a ninguna parte.

Las guías de especialistas y centros de buena reputación son las mismas. Si tienes que perder peso, da pequeños pasos que te lleven hasta la meta final, comprométete con tu salud, enfócate en lo que quieres,  haz algún tipo de actividad física y aprende a disfrutar de alimentos más saludables.

Si la cantidad de peso es significativa, lo ideal es establecer pequeñas metas. A lo mejor una libra a la semana parece poco si la cantidad que se quiere bajar son 100, pero las 52 semanas de un año harán una gran diferencia en quien no se quite a mitad de año.

Según el portal WebMD, entre las peores “dietas” que se pueden hacer están las que se enfocan en comer de un solo grupo de alimentos, las que se basan en algún “detox”,  las que dicen tener un ingrediente “mágico”, las que restringen la ingesta calórica dramáticamente y las que suenan demasiado maravillosas para ser ciertas.

Las dietas de “celebridades”  tampoco son de fiar.

Aunque por razones médicas en ocasiones hay que hacer dietas -supervisadas- de emergencia previo a alguna cirugía, lo ideal es adoptar un estilo de vida cuyo patrón de alimentación sea sostenible a largo plazo sin que eso implique un aumento dramático en el peso.

Según un estudio de UCLA, la mayoría de las personas que se ponen a dieta para perder peso lo recuperan. Aunque típicamente pierden entre un cinco y un diez por ciento de su peso en los primeros seis meses de dieta, a los cuatro o cinco años dos terceras parte vuelve a ganar las libras perdidas, o incluso más.

El estudio sugiere que una de las maneras de saber que alguien ganará peso es haber perdido libras haciendo alguna dieta.

Si no funciona la dieta, ¿entonces qué? La respuesta, según el estudio, es alimentarse con moderación y ejercitarse con frecuencia. Así no hay que “hacer dieta” nunca.