El mundo quedó impactado con la desfiguración del rostro de la exmodelo coreana, Hang Mioku, al inyectarse silicona  y aceite de cocina.

El rostro de la mujer, que era adicta a las cirugías plásticas quedó tan desfigurado  que, según el Daily Mail, ni sus padres la podían reconocer. 

Según el citado medio, la mujer de realizó numerosas operaciones con donaciones para reducir el tamaño del rostro y del cuello, que sigue significativamente desfigurado. 

Tras sus operaciones, la coreana comenzó a trabajar en una tienda de ropa reciclada, llamada The Beautiful Shop y recibía ayuda del Estado.

A continuación, algunos de los vídeos sobre su caso y el de otras personas que también han llevado las cirugías estéticas al extremo. 

Recuerde, si quiere someterse a un procedimiento estético, acuda a un profesional certificado. 

Lee más historias.