Parece que vivir empalagados de optimismo le hace mucho bien al corazón, según sugiere un estudio que analizó el vínculo entre una actitud positiva y la salud cardiovascular en más de cinco mil adultos.

Reseñado en la página noticiosa de la Universidad de Illinois, en el estudio se encontró que  las personas con los niveles más altos de optimismo tienen el doble de probabilidades de tener una salud cardiovascular ideal, en comparación con las pesimistas.

Para determinar la condición cardiovascular se utilizaron los mismos parámetros que usa la Asociación Americana del Corazón, que son la presión arterial, el índice de masa corporal, los niveles de glucosa y el colesterol, la dieta, la actividad física y el tabaquismo. Los participantes, entre los 45 y 84 años, también llenaron encuestas sobre su salud mental y física. 

Los investigadores asignaron 2, 1 o ningún punto para representar una puntuación ideal, intermedia o pobre. Las puntuaciones de salud total de los participantes oscilaron entre 0 a 14, con la puntuación total más alta como indicativo de una mejor salud.

Al sumar, las personas más optimistas resultaron ser entre un 50 y 76 por ciento más propensas a tener puntuaciones totales de salud en los rangos intermedios o ideales. En general, eran más activos físicamente, tenían mejores niveles de azúcar y cholesterol y un índice de masa corporal más adecuado.

“Esta evidencia sugiere que las estrategias de prevención dirigidas a la modificación de bienestar psicológico -por ejemplo, el optimism- pueden ser una manera en que la Asociación Americana del Corazón alcance su objetivo de mejorar la salud cardiovascular de los estadounidenses en un 20 por ciento antes de 2020”, dijo la autora principal del estudio, Rosalba Hernández.

Así vale la pena tratar de mantener una actitud positiva a ver si el corazón se mantiene saludable. Pa’ lante, pa’lante.