La soledad es mucho más que un sentimiento. Para personas adultas mayores, el aislamiento social es un riesgo de salud significativo que puede aumentar el peligro de una muerte prematura en un 14 por ciento.

Aunque los investigadores han sabido por mucho tiempo los peligros de la soledad, no tenían muy claro cuál era el mecanismo celular que convertía la soledad en algo malo para la salud.
Hasta ahora, cuando un equipo de profesionales que incluyen a un psicólogo experto en soledad publicó un estudio de cómo este sentimiento provoca respuestas físicas que a la larga pueden enfermar.

Reseñado en el portal Science Daily y publicado en Proceedings of the National Academy Sciences, el estudio muestra que la soledad activa la señal de luchar o huir, lo que puede acabar en afectar la producción de células blancas en la sangre.

Investigaciones anteriores de este mismo equipo habían identificado un vínculo entre la soledad y un fenómeno que ellos llamaron “respuesta transcripcional conservada a la adversidad” o, CTRA. Esta respuesta se caracteriza por un aumento en la expresión de los genes relacionados con la inflamación y una disminución en los genes involucrados en las respuestas antivirales. En esencia, las personas solitarias tienen una respuesta inmune menos eficaz y más inflamación que las personas que no están solas.

Para este estudio, el grupo de investigadores examinó la expresión de genes en los leucocitos, las células del sistema inmunológico implicadas en la protección del cuerpo contra las bacterias y los virus. Como era de esperar, los leucocitos de las personas solitarias mostraron los efectos del CTRA, un aumento de la expresión en los genes relacionados con la inflamación y una disminución en la expresión de genes asociados con respuestas antivirales.