En el pasado sorteo de las Grandes Ligas, 35 peloteros puertorriqueños resultaron escogidos por diversas organizaciones para lograr su sueño de llegar a Las Mayores.

 Uno de esos jovencitos fue Santis Yovany Sánchez Berberena, quien logró ser seleccionado en la quinta ronda por los Atléticos de Oakland. 

El joven, oriundo de Las Piedras, comenzó su vida en el deporte a los tres años, por lo que estar en un terreno de juego era algo normal en su vida. El responsable de que la pelota fuese parte importante de su crecimiento fue su abuelo Juan “Pupo” Berberena. 

“Comencé a los tres años jugando Pequeñas Ligas en mi pueblo de Las Piedras. Mi abuelo jugaba y por eso me pusieron a jugar pelota”, explicó el cátcher que lleva 15 de sus 18 años jugando béisbol.

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Aunque vivió en un parque de pelota, no fue hasta la edad de los 15 años cuando Sánchez comprendió las oportunidades que tenía en sus manos de poder convertir eso que había hecho durante toda su niñez y juventud en una vía para alcanzar una profesión. 

 “A mis 15 años tomé más en serio el deporte. Llegué a la International Baseball Academy High School (IBAHS) con la ayuda de Luis Castro. Allí estudié los grados 11 y 12 y trabajé fuerte para lograr llegar a las Grandes Ligas”, explicó el pelotero, quien dedica este logro a su abuelo y a su familia.

“A Santis me lo traen para que yo lo vea porque estaba buscando una beca. Era un joven gordito, de campo, a quien le gustaban los caballos. Toda su vida había jugado béisbol porque su abuelo lo metió en esto, pero nunca lo había hecho serio, no era parte de un estilo de vida. Pero vimos un potencial increíble en él. Vi un diamante sin pulir. Después de varios meses me enteré que el había vendido una yegua que tenía para comprar un equipo de catchar antes de llegar a nuestra academia”, recordó Luis Castro, director general del Programa de béisbol de la International Baseball Academy and High School (IBAHS) de Ceiba, quien también es scout de los Phillies de Philadelphia.

Entonces llegó el momento de la verdad, el trabajo estaba hecho y solo restaba ver si alguna franquicia mostraba interés por Sánchez. Según el joven receptor, todo el mundo le decía que no pasaba de la quinta ronda en el sorteo de novatos de MLB y, el presagio se hizo una realidad. 

“Estaba esperando que me seleccionaran porque la gente me decía que me podían coger en la quinta. Me decían que no pasaba de ahí porque era tremendo pelotero. Recibí la noticia en mi casa, estaba con mi primo y mi abuela. Estaba viendo el sorteo y me llamó mi agente para decirme que Oakland lo había llamado para escogerme. Que me habían ofrecido $450 mil para firmar. Le dije que sí rápido y cuando anunciaron en televisión que me habían escogido empecé a gritar y llorar a la misma vez. Estaba bien feliz”, rememoró el jugador de 6 pies de estatura y 220 libras.

Ahora, Santis busca demostrar sus quilates, hacer ajustes y luchar por llegar al nivel soñado. 

“Estoy entrenando desde que llegué. Es un orgullo para mí poder lograr estar donde estoy y entrenar con ellos. ¡Es una experiencia increíble! Me siento ready, lo importante es seguir practicando y tener la paciencia de esperar para poder llegar a donde quiero que es las Grandes Ligas”, sostuvo.

“Él lo tiene todo, tiene un brazo fuerte, su defensa es buenísima. Cuenta con grandes habilidades para cachar y un buen promedio de bateo, pues tiene mucha fuerza. Los expertos lo compraran mucho con Martín Maldonado, pelotero de Naguabo, pues tiene la misma fuerza del brazo pero con más bateo. Si Santis puede mantener su hambre y su deseo de jugar va a lograr la meta de llegar a las Grandes Ligas”, concluyó Castro.