"Más cerveza para la cabeza, más cerveza para la cabeza…”, dice una popular canción de rock. Sin embargo, eso mismo pedían los que asistieron a la vigésimosexta edición del Maratón Cervecero de Naguabo pero con la certeza de que la inversión sería a beneficio de los comerciantes y envejecientes del pueblo.

Y así de barra en barra se fueron cientos de participantes del evento que inició con una caminata por el casco urbano del pueblo.

Saturnino “Junior” Figueroa, fundador del maratón, contó que la iniciativa es el resultado de una noche de jangueo entre su grupo de amigos y él, quienes decidieron ir a tomar una cerveza en los distintos negocios de Naguabo y retratarse en cada uno de ellos mientras lo hacían.

“Pues empezamos porque yo y unos panas decidimos irnos por el pueblo de Naguabo de barra en barra y en cada barra nos bebíamos una cerveza y nos tomábamos una foto. Cuando pasa casi un año apareció otro pana que dijo ‘mira vamos a hacer esa cuestión que hicimos un año atrás’ y así surge el maratón cervecero”, relató Figueroa.

Para participar del maratón solo tenías que cumplir con los siguientes requisitos: comprar al menos una cerveza en cada negocio, caminar sin obstruir el tráfico, mantener el espíritu navideño cantando, no tirar latas y botellas, seguir la bandera, conocer tu límite y respetar la propiedad pública y privada.

Los bebedores seguían a los portadores de la bandera de Puerto Rico y de Naguabo, quienes lideraban el camino a las distintas barras alrededor del pueblo. Las personas caminaban tranquilos al ritmo de diversas plenas, salsa, cánticos navideños del país y hasta reggaetón.

La “primera fría” se la dieron en la barra Tunilos, sede del evento y donde apostaron la tarima para las presentaciones artísticas del día. A través de toda la calle Ruiz Belvis se asentaron distintos comerciantes, desde artesanos y cocineros, hasta vendedores ambulantes.

“Yo sé que ha habido más de 7,000 mil personas en este evento”, reveló Figueroa. Adjudicó el desarrollo del evento a la llegada de muchos estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Humacao, quienes comenzaron a traer diversos amigos de Río Piedras y otros recintos para participar del jangueo en la Ciudad de los enchumbao’s. Además apuntó a la ayuda de la página de Facebook que abrió una compañera para promocionar el evento como un propulsor grande.

“Gracias a personas de la iupi han llegado japoneses estudiando en la universidad con puertorriqueños, venezolanos, o sea ya hay gente de otros países que conocen del evento”, apuntó Figueroa.

Aunque anteriormente tenían la oportunidad de expandir el evento a otras barras fuera del pueblo, Figueroa aclaró que debido al problema económico del país y al cierre de algunas de las barras participantes, este año tuvieron que limitarse solo al pueblo.

“Además que al ir aumentando la cantidad de gente pues es más difícil tu mantener un control”, sostuvo “Junior” quien apuntó a que, aunque disponían de ayuda de la policía, los participantes del evento eran los que debían hacerse responsable por la seguridad de sus invitados y que esto funcionaba debido a que la mayoría de las personas que llegan al evento se conoce.

“En un momento hablé con el hermano mío y él me dijo que deberíamos vender unas pulseritas ahí. Y pues de los profondos de esas pulseritas decidimos que los donaríamos”, añadió el organizador explicando que el donativo se le hace llegar a un hogar de ancianos en Naguabo, en un cheque, el Domingo de Ramos.