El tema de la economía es uno de los mayores retos que enfrentan la mayoría de los candidatos a puestos electivos de cara a la votación del martes próximo y en especial para los puestos de alcaldes.

La zona este de Puerto Rico presenta un cuadro disparejo sobre el balance en sus arcas municipales, que va desde la calificación mayor de A hasta el fracaso, según la publicación de la entidad ABRE Puerto Rico, que analiza el estado financiero y socioeconómico de las administraciones de los pueblos.

Si bien supone que una salud económica es un aliciente que le brinda seguridad para el Alcalde en poder y candidato a reelección, lo contrario es la preocupación para el incumbente, cuyas arcas municipales estén en déficit continuo.  Todo esto, bajo la sombra del futuro ante la presencia de la Junta de Supervisión  Fiscal y sus repercusiones en espera.

Loíza, por ejemplo, posee una calificación de F en el informe presentado por ABRE (2015), reflejando un déficit de cerca de $7.9 millones y que, según la candidata del Partido Popular Democrático (PPD), Julia M. Nazario, podría ascender al finalizar este año a $8 millones.

Sobre el particular, el candidato a la reelección, el alcalde Eddie Manso, del Partido Nuevo Progresista (PNP), indicó que al igual que ocurre en el Gobierno Central, su municipio se encuentra en una situación económica “muy comprometida”.

“No somos la excepción de lo que ocurre en la Isla. Perdimos $700 mil de incentivos gubernamentales y también perdimos mucho en patentes y arbitrios municipales, porque los comerciantes se afectaron grandemente con el ‘outlet’ de Canóvanas. No pudieron competir y quebró el establecimiento de Villas de Loíza. Tenemos y damos el servicio a la gente sin que la crisis nos detenga”, destacó Manso, quien ha estado en el poder 12 años.

Los datos de ABRE Puerto Rico revelan que 25% del déficit que sufre Loíza ($1.9 millones) provienen del año 2014 – 2015 e indica en su página digital que es el único municipio que posee la calificación más baja de los pueblos del este de la isla.

Según la información, tres pueblos de la región poseen calificaciones deficientes (D): Caguas –con una población de 134,481 y cuyo alcalde William Miranda Torres devenga un sueldo de $99,996 al año-, Trujillo Alto y Juncos.

En tanto, Carolina –con una C–  apuesta a continuar sus trabajos bajo la dirección de José Aponte Dalmau (PPD), quien es retado por Eduardo González (PNP) y por Mirta Cintrón Piñero, del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

“Los gobiernos están llamados al servicio y a procurar el bien común. En este momento histórico, la posibilidad de cumplir con esta misión es mucho mayor, si asumimos una posición de diálogo y respeto”, expresó Aponte Dalmau a Horizonte al ser abordado sobre la Junta de Supervisión  Fiscal.

“Los carolinenses reconocen el difícil trabajo de gobernar en tiempos de crisis y saben lo importante que es escoger líderes que tengan la capacidad de administrar los recursos en beneficio de su calidad de vida. Estas elecciones se tratan precisamente de eso, de votar por aquellos que saben lo que es vivir en necesidad, que respeten al pueblo y que tengan la disposición de trabajar sin excusas”, dijo.

En igual posición –en calificación de C– están Luquillo, bajo la administración del alcalde y candidato a reelección Jesús “Jerry” Márquez  (PPD) y quien enfrenta a Carlos A. Rodríguez Rivera (PNP) y a Gloria Esther Escobar Skerrett (PIP); Las Piedras, Yabucoa y Ceiba.

Los datos reflejan que solo Naguabo tiene clasificación de B, mientras que Fajardo y Gurabo obtienen una distintiva A en sus manejos administrativos.

Sobre Gurabo, se destaca que en 2014 ocupaba la posición 72 en la lista de municipios  con “deficiencia de salud fiscal”. De igual manera, la administración de Aníbal Meléndez (PNP) -28 años como alcalde de Fajardo- ocupa la primera posición de los municipios con mejor economía en general.