El ex alcalde de Canóvanas, José “Chemo” Soto, se mudó a Carolina y, simbólicamente, tocó a la puerta de José Aponte Dalmau para mostrarle su interés de retarlo por la silla municipal para el 2020.

Pero, lo que Chemo no se esperaba era que el alcalde le respondiera de la manera en que lo hizo.

“El honorable José Aponte Dalmau me tildó de perro al decir que ‘los perros ladran porque están cabalgando’. Yo no soy un perro. Mi nombre es José “Chemo” Soto. También comentó que yo no estoy capacitado para dirigir Carolina. Yo no soy ningún bruto, yo estoy preparado para esto. Estuve 22 años como alcalde y el contralor me dio 22 notas de A por haber administrado los fondos federales de manera correcta. ¿Cómo es posible que por yo ser humilde me trate como si yo fuera una porquería? Estoy bien molesto con eso”, declaró Soto.

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Esta reacción de Aponte Dalmau, lejos de amilanar sus intenciones, parece estar motivando aún más el espíritu de competencia del retirado alcalde.

“Esto me da más ganas y le voy a demostrar a él quien es Chemo Soto. Si él quiere una campaña callejera, estoy preparado para dársela. Vengo de hacer seis campañas en mi trayectoria. Pensaba que una persona como él iba a ser una campaña de altura, no una tan baja. Pero no debe tirar piedras cuando tiene el techo de cristal. Cada vez que habla, mete la pata”, sostuvo.

Para Chemo, la idea de regresar a la política no es algo que se acaba de sacar de la manga de su singular gabán blanco, es algo que lleva pensando desde hace un tiempo atrás.

“Hace un año que yo tuve la inquietud de trabajar para el pueblo nuevamente. Tuve que retirarme de la alcaldía de Canóvanas porque si no iba a perder mi retiro después de 22 años trabajando por el pueblo. Pero ya me siento lleno de energía para seguir trabajando para el pueblo y Carolina necesita un buen administrador como este servidor”, declaró el ex alcalde, quien dice se enfocará en promover las patentes municipales, ayudar a las iglesias, al deporte y sacarle provecho al programa de reciclaje, entre otras cosas.

“Sé que cuento con el respaldo de muchos de los empleados municipales de Carolina que se sienten olvidados. Si Dios lo permite, seré un alcalde que entrará por la puerta principal de la alcaldía, no por otro lado para que no me vean. Me gusta hablar con el pueblo y estar para ellos”, concluyó Soto quien dice llevar un tiempo redactando dos libros, uno del icónico Chupacabras y otro que dice se trata de la hipocresía de la política.