En una vista pública salió a relucir la falta de centros para medicación con metadona que existe en pueblos como Fajardo, Vega Baja, Santurce y en el centro de la Isla. Esto, tras la discusión de la Resolución 9 del Senado, de la autoría del senador independiente José Vargas Vidot, la cual persigue realizar un estudio exhaustivo sobre el perfil, calidad, eficiencia y alcance de los servicios provistos por la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA).

Esta deficiencia del programa, de no contar con clínicas en varias zonas de la Isla, entre ellas en el área este, forma parte de la gran encrucijada en la que se encuentra el país en su lucha contra la problemática de la drogadicción. Cabe mencionar que para que los pacientes del sureste reciban tratamientos, deben trasladarse a Ponce, mientras que si son del noreste, deben recibir tratamiento en el municipio de Caguas.

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“El área este en términos de servicio de adicción, ha sido el área más abandonada por todas las administraciones, aún cuando se puede cuantificar el impacto que ha tenido la adicción y todo lo relacionado con ese fenómeno. No se ha hecho nunca un esfuerzo dirigido a una respuesta que guarde relación con la dificultad del problema”, expresó Vargas Vidot.

Según explicó el senador, la falta de acción por parte de las distintas administraciones de gobierno ha creado un auge significativo en la cantidad de personas drogadictas que deambulan en la zona este.

“Hay una cantidad exagerada de personas que deambulan en los pueblos de Naguabo, Humacao, Fajardo, Yabucoa, entre otros municipios. Además de un aumento en la violencia por el tráfico de drogas, hay una serie de indicadores sociales que hablan de que el este ha sido un lugar totalmente abandonado. Aun cuando se sabe que mucha de la droga y de las armas entran por esa área este”.

Con relación a la posible apertura de centros de tratamiento en la zona este y otras áreas de Puerto Rico, Vargas Vidot vio una oportunidad de abrir una discusión que conduzca a resolver uno de los impedimentos para atacar este problema social.

“Ahora mismo todo depende de que se transporten personas desde puntos distantes hacia los centros, siendo esto un impedimento del propio tratamiento porque cuando una persona utiliza un medio de transportación que implica largas distancias, lo que se sacrifica es el tiempo de la intervención psico-social que es lo importante, lo demás es un medicamento”, aclaró.

Esta medida es solo el comienzo del plan que el senador independiente tiene como parte de sus quehaceres legislativos, y este espera recibir la ayuda y cooperación de todos los sectores, incluyendo a los alcaldes de la afectada zona este.

“Estoy tratando de destapar una caja de pandora con el propósito de buscar soluciones y no ‘espectacularizar’ como hacen los políticos. Es bien importante que los alcaldes del área este, empresarios, las iglesias y las personas que tienen poder de opinión, estén conscientes de que en algún momento los voy a llamar también para ver cómo pueden formar parte de este movimiento que debe de ofrecerle al país al menos, el poder minimizar el impacto que la drogadicción está teniendo en Puerto Rico”, puntualizó.