La oficina de Defensor de las Personas con Impedimentos (CADPI) atendió urgentemente la petición de ayuda de Yvonne Colón, paciente de fibromialgia, depresión severa y problemas de movilidad, quien denunció a Horizonte el desborde de aguas usadas en los servicios sanitarios de su vivienda del residencial Raúl Castellón de Caguas.

“He perdido el apetito y con ello cerca de 100 libras. La peste es insoportable; mosquitos, moscas y cucarachas inundan el apartamento cada vez que se desbordan las aguas usadas en el residencial. Pasa muy corrido y es insoportable”, denunció Colón.

CADPI aseguró que los trabajos de destape del servicio sanitario ya se habían realizado y que por su parte la administración del residencial envió una carta circular a sus clientes para alertarlos sobre el depósito de toallas humectantes en los inodoros.

“Atendimos el caso de la señora Colón y nos pusimos en contacto con Nilmarie Rosado, de la administración del residencial. Ella nos informó que el alcantarillado sanitario está en funcionamiento normal y que se insta a la comunidad a no depositar esos papeles para la limpieza de bebés en los inodoros, porque esos no se disuelven y crean un tapón en las tuberías. De ahí el problema”, explicó Myrtha E. Rivera, representante de la Carta de Derechos de Personas con Impedimentos del CADPI.

“Aun continuamos en seguimiento del caso de Colón y de cualquier otro necesitado que nos pueda solicitar servicios”, concluyó.