Una familia de escasos recursos residentes del Barrio Palmer en Río Grande está desesperada y en busca de ayuda, ya que  alegan que el Departamento de la Vivienda le dio un plazo de 30 días para comprar una residencia donde llevan viviendo arrendados desde el mes de abril del 2016. 

La familia dice que debe conseguir $19,575 o tendrán que desalojar la propiedad. 

“La situación consiste en que nosotros alquilamos esta propiedad a un caballero que estaba haciendo las gestiones para que se le otorgara el permiso de usufructo, pues el terreno es de Vivienda y él había hecho una casa por la que pagó $1,600.  Pero Vivienda tiene unas condiciones que establecen que si estás solicitando ese permiso no puedes ni alquilar ni vender la propiedad. Entonces, Vivienda adquirió la casa estando nosotros viviendo en ella. Cuando fuimos a Vivienda, ellos nos dijeron que nos iban a dar prioridad para que nos quedáramos con la residencia, así que enviaron un tasador y la propiedad tasó $62 mil”, explicó Carlos Hiram Pérez, residente de la popiedad.

Pérez alega que no cuentan con esta suma de dinero, ya que son de escasos recursos. Carlos Hiram Pérez es un ex confinado que lleva 12 años rehabilitado, su esposa, Lizbeth Casanova, es ama de casa y la pareja tiene un niño de cuatro años de edad.

“Yo soy un exconfinado, me quedé sin trabajo hace un año cuando se dieron unas cesantías en el hotel Westin Rio Mar. Mi esposa no está trabajando tampoco. ¿Para dónde voy a ir con mi niño de cuatro años y mi esposa? No tengo cómo conseguir esos $19,575  y ya están contando los días. Estamos haciendo ese reclamo a ver si alguna agencia o funcionario entiende que nos puede ayudar”, sostuvo preocupado el jefe de familia. 

Otro de los reclamos de la familia, es que la tasación de la residencia no fue justa, ya que la propiedad cuenta con un techo de madera y zinc, tiene serios problemas de filtraciones en la habitación donde duermen los tres y el lugar es zona inundable, pues al lado corre una quebrada que cuando llueve alcanza el nivel de la residencia.

“No es cómo se vea la estructura, es cómo está la estructura. Nosotros hicimos gestiones con el banco para refinanciar la casa porque tenemos la intención de adquirir la propiedad, pero el banco nos negó el préstamo porque el techo es en madera. Entonces, ¿no cualifica para préstamo, pero tasó $62 mil? Le pedimos que traigan a otra persona a tasar la casa y que se haga una comparación.  Vivienda dice que ese es uno de los mejores tasadores (Javier Ponce)  que tiene el departamento y que ellos confían en su trabajo. Nosotros no estamos de acuerdo con eso”, expuso Casanova.

“Cómo puede ser posible que en Puerto Rico las casas han depreciado y que esta casa con un techo en madera y zinc, que tiene una quebrada al lado que se mete al terreno, va a costar 62 mil dólares. ¿Cuál es el trueque que hay en Vivienda? Queremos que se dé una tasación justa con gente seria”, denunció Doris Pérez, hermana de Carlos Hiram y quien ha estado apoyándolo en el proceso.

Del mismo modo, Carlos Hiram entiende que el valor que le están dando a la propiedad es demasiado alto, aunque la estructura cuenta con ampliaciones. A su vez, Pérez cuestiona para quién será el dinero que les están solicitando, ya que en su caso la residencia fue reposeída al comprador original por violar ciertas estipulaciones. 

“La persona que había comprado la parcela la extendió y le hizo dos cuartos, pero la ley dice que si tú le haces unas ampliaciones o mejoras y violas las condiciones de Vivienda, ellos no tienen que darte nada de dinero. Eso se lo hicimos saber a la persona con la que hablamos en Oficinas Centrales y ella nos confirmó que ese dinero que nos están pidiendo por la propiedad no sería para la persona que nos alquiló.  Entonces, ¿para quién es ese dinero? Si el dinero es para el gobierno, entonces porqué no nos dan la residencia o, por lo menos, un plazo de varios años para pagarla.  Ellos mismos (Vivienda) que se supone estén en calidad de ayudarnos a nosotros y son los que quieren el dinero en 30 días”, denunció Pérez.

Otra de las razones por las que la familia Pérez Casanova está solicitando la ayuda precisamente para esa propiedad es porque al lado reside la madre de Carlos Hiram y su tía, quien padece de retraso mental.

“No se trata de que me den otra residencia, se trata de esta residencia porque mi vecina es mi 'mai'.  Mi mamá es una persona mayor, viuda y cuida a su hermana que es impedida. Ella no guía, por lo que soy yo quien la lleva a sus citas y hago sus pedidos.”, explicó el hombre de 41 años. 

Alegan discrimen 

La familia dice haber tenido que pasar por situaciones incómodas, de mucha vergüenza en sus visitas a la oficina del Departamento de Vivienda en la ciudad de Carolina. 

“Ellos  nos han tratado de una forma grotesca, como si no fuésemos  seres humanos. Se supone que cada caso se vea en una oficina por privacidad y la señora Wanda Del Valle (directora de esa oficina de Vivienda) lo habló con nosotros en medio de la recepción, gritando de una manera que se enteró hasta el que vende pollo al otro lado.  Ella (Wanda) nos dijo 'a mí si me da la gana te tiro a la calle'. Allí si hay cámaras pueden confirmar que fuimos en forma pacífica, allí nadie se armó. Ella fue la única que estaba molesta gritando”, expuso Doris Pérez.

“La molestia de Wanda Del Valle fue que habíamos ido a las oficinas centrales y nos dijo 'ustedes lo que hicieron fue que me calentaron a mí'. En vez de entender que nosotros nos estamos moviendo por la necesidad”, sostuvo. 

Según Carlos Hiram y su familia, el hecho de que es un ex confinado le ha jugado en contra a la hora de recibir un trato justo.

“Entiendo que se me está discriminando por ser un exconfinado. Tuve casos por ley de armas cuando chamaquito, pero gracias a Dios llevo doce años sirviéndole al señor y estamos trabajando para rehabilitar a otras personas y aconsejarlos con las mismas experiencias que uno ha vivido. Las cosas tienen un propósito al final de todo y yo lo aprovecho para algo positivo”.