SANTIAGO - Fue solo una travesura de perro, pero Zuzu no sabía que terminaría por cambiarle la vida. Todo ocurrió durante las pasadas semanas, cuando la perra saltó la reja de su hogar y escapó, siendo capturada por los funcionarios de un refugio de animales de California, que la creyeron perdida. 

Zuzu fue llevada hasta el Centro de Cuidado de Animales de Downey, un recinto sobrepoblado y triste. Cuando llevaba unas horas allí, de pronto la perra de dos años se "encendió como un árbol de Navidad" y comenzó a mover su cola con insistencia: habían llegado visitantes y eran, nada más y nada menos, que sus dueños. 

Zuzu se acercó a la reja, y las personas comenzaron a hablarle a través de ella. Todo indicaba que tras su travesura, la perra regresaría a su hogar y todo volvería a ser como antes. Sin embargo, no fue así. 

"Se veía como la perra más feliz del mundo, ¡Sí!, volvería a su casa (...) Pero no.  Al hablar con sus dueños me dijeron que no estaban ahí para reclamarla, ellos buscaban otro perro", escribió en Facebook Desi Lara, una funcionaria del refugio. 

Según explicó la familia, Zuzu era una perra deprimida que lloraba mucho desde que su padre había muerto. No era la misma y simplemente ya no la querían. Las razones entregadas por los dueños de Zuzu enfurecieron a Desi. 

"Su solución para su infelicidad era solo dejarla aquí y buscar otro perro", escribió molesta. A Zuzu no le quedó otra alternativa que quedarse en el refugio. Fue esterilizada, vacunada y se le instaló un microchip. Pero su historia llamó la atención y fue reclamada por un centro privado de cuidado de animales, donde tendrá más posibilidades de ser adoptada.

De esta manera, la perra viajó a su nuevo hogar temporal, donde deberá esperar a sus nuevos dueños. Seguro candidatos no faltarán.