Al escoger qué tipo de perro adquirir -si uno bien grande o uno bien chiquito-, es obvio que un Gran Danés o un Rottweiler ocupará un espacio mucho más vasto que un Chihuahua o un Shih Tzu. Pero, mucho ojo, las necesidades de las razas grandes versus las pequeñas van mucho más allá de sus respectivas  alturas y pesos. Y es que,  por regla general, el tamaño de las mascotas las predispone a un sinnúmero de padecimientos, algunos de los cuales -por increíble que parezca- surgen como consecuencia de nuestro trato hacia ellas.
Para abundar sobre el  tema, consultamos con el médico veterinario Dr. Ernesto Casta, quien con frecuencia colabora con Tus Mascotas en nuestra sección de Instinto Animal.

Las necesidades nutricionales de los grandes
En este renglón, Casta no sólo habló acerca de lo obvio -las cantidades-, sino que hizo importantes aclaraciones en cuanto a suplementos nutricionales. “Hay un mito que dice que a los perros de razas grandes se les debe suplementar (la alimentación) con calcio o darles exceso de comida (cuando son cachorros) para que crezcan más rápido y a mayor tamaño cuando sean adultos. Pero, esto es un mito”, reiteró enfático, “no es cierto”.
 Lo que sí es cierto, continuó explicando, es que “ al darles más comida, van a acrecer mucho más rápido, a un paso acelerado. Pero, el tamaño que van a tener de adultos será el tamaño que iban a tener (de todas maneras) porque eso ya está designado por la genética”. Más aún, advirtió, “con el exceso de comida, vamos a tener problemas -particularmente en las razas grandes- de huesos y coyunturas por la sencilla razón de que  van a  desarrollar masa muscular que va a estar soportada por unos huesos que se están formando a un paso no necesariamente similar a esa masa muscular. A veces, esos cambios son microscópicos, pero, a la larga, vamos a tener problemas como de displasia de la cadera o de  Osteochondritis dissecans”, un padecimiento del  cartílago de la coyuntura que causa mucho dolor en las razas de mayor tamaño.
Las razas de tamaño considerable también se ven afectadas “en términos musculoesqueletales”, mencionó. Esto, por su  tamaño y peso, claro está. Por ejemplo, “el Gran Danés está de moda”, advirtió. Pero, “muchas personas interesadas en  adoptar Gran Daneses, (lo hacen) no necesariamente conociendo ni las particularidades ni lo que consumen ni el cuidado que hay que darles. No toman en consideración la alimentación ni el costo que
conllevan. ¡Puede ser que coman más y cuesten más que alimentar un niño!”.

La alimentación de los más pequeños
Por otro lado, las necesidades alimentarias de las razas más chiquitas los ponen en riesgo de ciertos padecimientos estomacales y de la piel, por ejemplo, mayormente debido a nosotros, los humanos. “Todavía sigue habiendo tendencia preponderante en Puerto Rico de darles (a los perros) de la mesa... cosas mezcladas y no exclusivamente lo que necesitan. Esto ocurre, mayormente, en perros de razas pequeñas, entiendo yo, porque la mayoría de los perros pequeños están dentro de la casa; los adaptamos al entorno  familiar y los humanizamos, a diferencia de la mayoría de los perros grandes, que (la mayoría de las veces) están afuera”.

Pero, advirtió Casta, con esta práctica “hay riesgo en mezclar” comidas. Eso de  “le doy comida seca hoy y mañana le doy comida de la casa” no es nada recomendable. “Es preferible atenerse a una sola dieta, cualquiera que ésta sea”, insistió. Y es que el peligro de turnar dietas, “particularmente, cuando alternamos comida de la casa -que en Puerto Rico nos gusta comer con mucho condimento-”, es que ello puede provocar desde “pancreatitis hasta enteritis hemorrágica”.

Otras diferencias notables
El Dr. Ernesto Casta mencionó otros factores inherentes a las razas, de acuerdo con su tamaño:

Los más pequeños

Longevidad - Por lo general, las razas pequeñas viven más. “Las razas grandes maduran más lento, pero envejecen mas rápido. Por eso, un Chihuahua puede llegar a vivir 16 o 18 años, mientras un Gran Danés o un San Bernardo vive (en promedio) de ocho a 10 años”. Del mismo modo, “las razas pequeñas maduran más rápido, pero envejecen más lento”.

 Padecimientos lumbares  - Los más bajitos, “de lomito largo como Salchichas, Corgis y Basset Hounds (por lo general) padecen de la espalda y el sobrepeso les afecta mucho”. Sufren del área lumbar y los discos porque el cuerpo es más largo que ancho, lo que provoca “una presión particular en esa área. Y si ya genéticamente vienen predispuestos a sufrir de la espalda”, las libras de más les van a hacer daño.
 Luxación de las patelas  Es bastante común en las razas pequeñas. Casta describe la patela como “un huesito que está en la rodilla y que corre en una canal que tiene el fémur (hueso que va de la cadera a la rodilla). Por diferentes razones, incluyendo hereditarias,  si esa canal es muy llana, al salirse (luxarse) la patela, (esto) puede degenerar  en un problema de  artritis en la rodilla, antes de (los perros) ser viejos”.

Metabolismo  -   “Necesitan dietas con alto contenido de energía en forma de calorías, proteínas y grasas porque su metabolismo es mucho mas acelerado”.
 
Padecimientos geriátricos -  En virtud de que viven más, en las razas pequeñas “hay que prevenir que desarrollen condiciones que (típicamente) van a venir con la edad”. Por ejemplo, como comen más comida de la casa,  con toda probabilidad enfrentarán problemas dentales  como gingivitis o pérdida de la dentadura.
 Problemas oculares Los ojos brotados son más comunes en razas pequeñas. Esto los expone a la proptosis, que es cuando se sale el ojo de la órbita. Perros de ojos grandes como los Boston Terriers, Shih Tzus y Lhasa Apsos, si se sujetan indebidamente y se excitan, se les pueden brotan los ojos.

Problemas respiratorios -  Aunque hay razas grandes  braquicefálicas (de hocico corto o chato), la característica es más común en perros pequeños. Esto los hace más susceptibles  a padecimientos respiratorios. En algunos casos, los orificios de la nariz están casi cerrados por completo y ello, unido al paladar blando (la parte posterior del cielo de la boca), hace que ronquen mucho. Entre los problemas que enfrentan está el posible colapso porque “el aire no pasa adecuadamente hacia la tráquea y no se oxigenan bien. El grado de braquicefalia a veces requiere cirugía para abrir los orificios de la nariz  o cortar el paladar blando. También, hay que tener mucho cuidado con ellos porque, si se ejercitan, son mas susceptibles al ataque de calor (heat stroke).

Los más grandes
 
Displasia de la cadera  - Esta condición -que es hereditaria, pero no congénita- presenta problemas en la unión del fémur con la cadera. Provoca dolor y cojera, y se afecta por el sobrepeso del animal. Aunque ocurre, mayormente, en perros de más de 50 lb. -en razas como Pastores Alemanes, Rottweilers y Labradores-, los perros de razas pequeñas no están exentos. La calidad y la cantidad de la nutrición pueden hacer toda la diferencia, así como los suplementos de glucosamina y condoitrina.

Padecimientos cardiacos - Cuando se dan en las razas más grandes, con frecuencia, las mascotas sucumben a ellos.
 
Torsión gástrica  - Es algo muy raro en perros pequeños y más común en las razas grandes porque éstas suelen ser de pecho profunfo con una caja toráxica grande.  En el área que está entre las costillas y el estómago, hay espacio suficiente para que el estómago pueda rotarse. Cuando el perro come demasiado rápido o se ejercita -sobre todo después de comer-, ingiere mucho aire. “Estos dos factores aumentan las probabilidades de que padezca torsión gástrica. La condición puede ser mortal, pues, debido a la misma, se estrangula el duodeno y se obstruye el flujo de sangre”. Para remediarla, hay que intervenir quirúrgicamente y la mortalidad aumenta conforme pasa el tiempo. “Siendo tan común como para mencionarlo, se están haciendo cirugías preventivas para eliminar eso. Cuando se va a castrar o a esterilizar, se abre el abdomen y estómago, se cose a la pared abdominal para que no se tuerza”. Casta la recomienda como cirugía electiva preventiva porque “el amo no siempre estará disponible a socorrer a su perro”.
 
Leptospirosis y parásitos del corazón  - Los perros de razas grandes suelen vivir en el patio. Si les dejan los platos de comida y agua afuera todo el tiempo, las ratas pueden pasar por ahí y contaminarlos con leptospirosis, una enfermedad que puede transmitirse a los humanos. También, por su tamaño, tienen más área corporal para que los mosquitos los piquen y, por ende, tienen más riesgo de sufrir de parásitos del corazón.

Más información
El Dr. Ernesto Casta, DVM tiene su práctica en Animedical Veterinary Center, en la Urb. San Agustín, en Río Piedras, teléfono 787-767-5398.