Atlanta, Georgia. -Entre los dueños de perros, ella es tan conocida como Angelina Jolie en el mundo del espectáculo. Y, de hecho, en cuanto a belleza física  se trata, Victoria Stilwell no se queda atrás. Alta y esbelta, con una silueta de bailarina de ballet y una mata de pelo envidiable, más bien parece estrella de cine.

Sin embargo, detrás de esa figura de sílfide se esconde un temperamento decidido y tenaz, capaz de convertir  hasta el perro más rebelde y desobediente en una mascota modelo. Ante ella, no hay Bulldog rebelde ni Labrador temerario ni Chihuahua ladrador que no se meta en cintura.

Y todo lo hace con delicadeza, pero con firmeza, porque Victoria Stilwell -de la célebre serie It’s Me or the Dog (El perro o yo), que puede verse por Animal Planet en inglés y en español- es la creadora de su propio método de entrenamiento, usando única y exclusivamente refuerzos positivos. De hecho, su empresa se llama positively.com.

Tanto en su serie televisiva como en la vida real, Stilwell -de nacionalidad británica, pero residente en Estados Unidos desde hace unos 10 años- es una fiel defensora del bienestar de los animales. Esto incluye, entre otras cosas, una fuerte campaña en contra de la obesidad en las mascotas, la cual considera una muestra de irresponsabilidad y hasta de trato cruel por parte de los amos.

Paseando perros

Lo que terminaría como una carrera en el campo de la corrección y prevención del comportamiento negativo en los canes, comenzó para Victoria con un negocio de paseadora de perros en su Inglaterra natal. Su verdadera pasión, no obstante, era el teatro, y llegó a trabajar en el famoso West End de Londres, donde encarnó a la boricua María Elena Santiago, viuda del cantante Buddy Holly. También, tuvo múltiples intervenciones en películas, series de televisión y comerciales.

Pero, el aprendizaje que tuvo con los perros, mientras los caminaba, redirigió sus pasos. Y, luego de estudiar con  expertos en comportamiento animal, se convirtió en la más firme propulsora del método de entrenamiento con refuerzo positivo, el cual explica en su portal de www.positively.com.

Absolutamente convencida

En entrevista exclusiva para Primera Hora desde su casa en Atlanta, Georgia, Victoria Stilwell compartió con nosotros un poco de su útil sabiduría, la cual ha venido a reconciliar a innumerables mascotas con sus amos. De hecho, los casos que atiende suelen ser tan graves, que por eso, precisamente, la serie se llama El perro o yo, porque casi siempre hay un miembro de la familia dispuesto a marcharse de la casa por el mal comportamiento del animal.

Caso en cuestión es el problema de la agresión, que Stilwell considera el principal entre los perros que rehabilita. “Mucha gente malinterpreta a un perro agresivo como un perro que quiere ser dominante o que, simplemente, es vicioso. Sin embargo, el comportamiento agresivo nace de una tremenda inseguridad y una falta de confianza. Es algo comparable con los bullies en la escuela, que son niños inseguros. Y en el 95% de los casos, los perros agresivos resultan ser perros inseguros”, sostuvo.

Victoria, quien basa sus métodos en estudios científicos, también opina que las mascotas que se crían en jaulas y/o que viven en pet shops, en espacios reducidos, donde tienen que dormir, comer y beber, así como orinar y defecar, desarrollan problemas de comportamiento y obediencia. “Estoy cien por ciento convencida de ello porque los estudios demuestran que los perros que se crían en esos ambientes, carecen de la debida socialización, no sólo con otros perros, sino con las personas. Terminan neuróticos”, afirmó.

El error más grande

Según Stilwell, la equivocación más grande que se comete con los perros es “no ejercitarlos lo suficiente, no tomarse el tiempo para descubrir  cómo los perros piensan y qué es lo que  realmente necesitan. Ellos llegan a nuestros hogares sin saber cómo tienen que comportarse y a nosotros nos toca enseñarles cómo manejarse en este ambiente doméstico tan extraño para ellos, donde tienen que seguir nuestras reglas”.

Y, por supuesto, para la entrenadora, “ejercitar al perro” no se limita a soltarlo en el patio. “Estos animales se desarrollaron para trabajar y los obligamos a estar en nuestras casas sin nada que hacer todo el día. ¡Se aburren! ”, se lamentó, al tiempo que indicó que de ese aburrimiento nacen muchos comportamientos destructivos. “El paseo”, insistió, “es la mejor forma de estimulación física y mental para el animal”.

¿Violencia? ¡Jamás!

Otro renglón en el que Victoria Stilwell no cede es en el de los métodos de corrección. Para ella, cualquier sistema violento o de intimidación -pinch collars, aparatos que dan cantazos eléctricos cuando el perro ladra o artefactos que emiten un molestoso sonido agudo, que sólo los perros pueden escuchar- está prohibido. “Cuando se recurre a estas disciplinas,  los perros no aprenden nada”, aseguró, “sino que, meramente, reaccionan con temor. Todos esos son métodos de hace más de 15 años”. Por contraste, los estudios han demostrado que con las técnicas positivas de corrección con recompensa,  el animal aprende de verdad. “El perro aprende a complacer a su amo”; quiere hacerlo porque se siente bien, porque con ello sale ganando.

“Para mí, el que corrige a su perro con violencia es una persona débil y yo siempre le digo a la gente que no sean débiles, que mejor sean inteligentes”.

Paciencia, mucha paciencia

En resumen, Victoria Stilwell recomienda que descubramos cómo es que nuestros perros aprenden  y por qué reaccionan como lo hacen. Entonces, con las herramientas debidas -y con mucha paciencia, como la que tendríamos con un niño de tres años-, además de constancia, repetición y refuerzos positivos -sin importar la edad del perro-, lograremos tener la mascota tranquila y obediente, que siempre quisimos.