Los ojos son una zona muy delicada de nuestro cuerpo y, en el caso de nuestras mascotas, ellas también están propensas a padecer diversos problemas de la vista, incluso algunos que nos aquejan a nosotros, los humanos. Y es que, según los expertos, las enfermedades oculares en nuestros adorados compañeros y compañeras son más frecuentes de lo que podríamos creer. Algunas son afecciones bacterianas de carácter infeccioso que bien pueden aparecer gradualmente o de forma abrupta, mientras que otras son hereditarias, por lo que –particularmente en el caso de los perros y los gatos– ciertas razas son más propensas a padecerlas. Pero todas, definitivamente, deben ser atendidas lo antes posible por un médico veterinario, especialmente cuando empiezan a aparecer síntomas como enrojecimiento, picazón, lagrimeo y/o secreciones. La doctora Dineli Bras, única oftalmóloga veterinaria en Puerto Rico, explica que “las condiciones más comunes en perros incluyen la Keratoconjunctivitis sicca (ojo seco), úlceras de córnea, cataratas y glaucoma”. Por su parte, detalla que la enfermedad más habitual en gatos “es la keratoconjunctivitis, causada por el virus del herpes felino”. “Todas las condiciones oculares en nuestras mascotas, de no ser atendidas a tiempo, llevan a la pérdida de visión. Algunas condiciones pueden ser crónicas, mientras otras pueden llevar a la pérdida de visión aguda”, advierte la doctora Bras.

Tratamiento oportuno

La especialista enfatiza que las visitas periódicas al veterinario son una buena estrategia para mejorar las posibilidades de encarar un tratamiento y, como consecuencia, controlar las enfermedades oftálmicas.

 En este sentido, la doctora Bras comenta que, en un principio, muchas de las afecciones más comunes parecen insignificantes, pero que pueden derivar en cuadros verdaderamente graves si no son atendidas a tiempo.

 “Los perros que sufren de ojo seco, de no ser tratados a tiempo, no sólo sufren de irritación continua, sino que su córnea comienza a opacificarse en respuesta a la falta de nutrición que las lágrimas ofrecen”, observa la oftalmóloga veterinaria.

 En el caso de las cataratas, otra de las enfermedades oculares más frecuentes, la doctora Bras especifica que se trata de una dolencia mayormente hereditaria que, asimismo, puede progresar rápidamente.  

De no tratarse, la condición –que se caracteriza por la formación de una película blancuzca o azulada sobre uno o ambos ojos– puede conducir a la ceguera.

“El éxito quirúrgico depende de cuán temprano la condición sea diagnosticada y tratada.  Las cataratas no sólo causan la pérdida de visión, también conllevan muchos problemas oculares: inflamación intraocular, desprendimiento de retina y lente, y glaucoma.  La cirugía de cataratas e implante de un lente intraocular tiene un éxito quirúrgico de un 95% cuando se tratan a tiempo”, destaca la médico veterinaria.

 Sin embargo, de todas las patologías visuales, la “más difícil de tratar” es el glaucoma, en parte, porque resulta complicado detectar sus síntomas precoces.  La enfermedad ataca concretamente el nervio óptico y la retina, generando un aumento de la presión intraocular “que debe ser atendido inmediatamente en cualquier especie”.

 “Las razas de perros predispuestas a desarrollar glaucoma hereditaria deben ser evaluadas frecuentemente para medir la presión intraocular.  Hay muchas razas predispuestas a esta condición, pero las que veo con mayor frecuencia incluyen Bassett Hound, Beagle, Shar-pei, Maltés y Cocker Spaniel”, pormenoriza la doctora Bras.

Ojo con las garrapatas

Una causa habitual de diversas afecciones oculares, incluidas la inflamación del nervio óptico y hasta el desprendimiento de retina, son producto de las enfermedades que transmiten las garrapatas.

 Como muchas de las condiciones mencionadas anteriormente, el evitar las visitas al consultorio del veterinario hace que  estas enfermedades se tornen más peligrosas.

 “Muchas veces estas mascotas no presentan ningún otro síntoma y, cuando los dueños se dan cuenta de la pérdida de visión, la condición está avanzada”, lamenta la oftalmóloga veterinaria.

 “La inflamación intraocular crónica lleva a la destrucción de los tejidos intraoculares, adherencias del iris al lente, cataratas, desprendimiento de la retina, atrofia del nervio óptico y glaucoma, todo a consecuencia de no tratar a tiempo esta enfermedad”, concluye la experta.

Más información

La Dra. Dineli Bras está a cargo de la división de oftalmología del Centro de Especialistas Veterinarios de Puerto Rico (CEVET), ubicado en la carr. 873, km 0.1, en San Juan. Para más información o para citas, llama al 787-708 -4545.