Con toda probabilidad, de pequeños, casi todos lo hicimos: les pedimos -bueno,más bien, les imploramos- a nuestros padres que nos permitieran tener una mascota. Las respuestas, seguramente, fluctuaban desde “Claro que sí, mi amor, si a mí me encantan los perros/gatos/pececitos/pajar itos” hasta “¿Una mascota? ¿Para que después te canses de ella y me toque todo el trabajo a mí? ¡Olvídate de eso!”.

Desde luego, los que tuvimos la gran fortuna de crecer con una mascota, sin duda recordaremos que el hacernos responsables por una vida que no era la nuestra, por un ser al que había que bañar, alimentar, pasear y proteger, dejó huellas indelebles en nuestras almas.

Y, por supuesto, con la primera pérdida del primer animalito, aprendimos, también, que tarde o temprano debíamos desprendernos de lo que tanto habíamos querido para seguir adelante .

Pero, estas experiencias personales, ¿cuánta validez tienen más allá de nuestros propios sentimientos? Más aún, a fin de cuentas, ¿será cierto que las mascotas son tan beneficiosas e instrumentales para el desarrollo emocional de los menores? Con el propósito de conocer la respuesta, entrevistamos al Dr. Enrique F. Gelpí Merheb, Ph. D., psicólogo clínico, especialista en niños y adolescentes, quien abundó
sobre este importante tema.

DESDE QUE EL MUNDO ES MUNDO
Los animales domesticados han formado parte integral de nuestras vidas. Pero, no siempre se trató solo de perros y gatos. Como bien señaló Gelpí Merheb, los romanos, además de gatos y perros, también tenían como mascotas a “los caballos. Para los antiguos griegos, los animales predilectos eran las cabras, ciertos pájaros y las tortugas, pero los gatos no eran muy bien recibidos. En cambio, para los chinos y los budistas, los peces eran los predilectos. Pero, no importa la época, la cultura o la creencia, la realidad es que lasmascotas han sido parte de la historia humana y nos han acompañado por siglos”.

TREMENDAMENTE IMPORTANTES
Sorprende, pues -como bien señaló el especialista-, que “aun con lo acostumbrados que estamos de tener mascotas a nuestro alrededor, no ha sido sino hasta los últimos años que hemos comenzado a entender la importancia del cuidado y el buen trato hacia los animales. Incluso, desde la década de los noventa, decenas de estudios han señalado los múltiples beneficios de tener mascotas.
Siendo el perro el mayor protagonista, las poblaciones de envejecientes, las personas con enfermedades terminales y aquellos con diagnósticos relacionados con dificultades en su desarrollo, son particularmente favorecidos por esta relación”, según detalló.
A continuación, Gelpí Merheb hizo hincapié en que “la otra población que también se beneficia enormemente de esta interacción con un animalito ” es la grey infantil. “Siempre y cuando se sigan todas las recomendaciones de selección apropiada de la mascota, edad apropiada del menor, capacidad para cuidar al animalito y compromiso con los animales, una mascota en el hogar presenta múltiples factores positivos para todos”, dijo.

“TOTALMENTE CONVENCIDO”
En conclusión, afirmó el especialista: “Como psicólogo clínico de niños y adolescentes, estoy totalmente convencido de que introducir una mascota en el entorno familiar puede causar un impacto positivo que redunde en un desarrollo integral en nuestros niños. La participación de ellos en el cuidado de las mascotas y los beneficios que resultan de su interacción con los animales son una clara evidencia del poder que tiene esta dinámica en todos los miembros del hogar. Siempre y cuando seamos responsables y realistas a la hora de escoger una mascota para nuestros hijos, las ventajas sobrepasan cualquier desventaja que una mascota pueda presentar”.

BENEFICIOS ESPECÍFICOS
El Dr. Enrique Gelpí Merheb destacó la utilidad de las mascotas en la vida de los niños, enumerando los siguientes beneficios:

RESPONSABILIDAD Y PLANIFICACIÓN - Tener una mascota, por más pequeña que sea, requiere unos cuidados básicos. La participación de los menores en este proceso puede enseñarles la importancia de asumir responsabilidad, el sacrificio que conlleva lograr gratificaciones y las consecuencias negativas que pueden resultar de no cuidar a un ser vivo adecuadamente.
CONVIVENCIA, VALORES Y RESPETO - Tener una mascota -especialmente de las que interactúan con unoayuda a a aprender la consideración y cooperación necesarias para convivir con otros; permite introducir y practicar, valores positivos, pues el cuidado responsable de un animalito se basa en principios saludables de interacción social.
EMPATÍA - La capacidad de ponernos en el lugar del otro es una de las habilidades más importantes para ser seres humanos exitosos y felices, pero, también, es una de las más difíciles de desarrollar. Convivir y participar en el cuido de una mascota les permite a los niños entender los sentimientos de los demás y el efecto de sus acciones en el comportamiento de otros.
AFINAMIENTO DE DESTREZAS MOTORAS Y DE INTERACCIÓN SOCIAL - Un perrito corriendo por la casa con el niño detrás de él; una niña tirándole una bola al gato para la agarre son ejemplos de cómo esta interacción obliga a los menores a utilizar sus sentidos y sus capacidades motoras, y a hacer uso de reglas de juego, entre otras habilidades. Esto contribuye a cultivar un mejor proceso de socialización.
COMPAÑÍA, CONFIANZA Y AUTOESTIMA - El amor de las mascotas es incondicional. Los animales no regañan, no critican, no juzgan ni tienen mayores expectativas de nosotros. Solamente están ahí, en las buenas y en las malas, listos para hacernos reír o para consolarnos si estamos tristes, nos sentimos solos o tenemos miedo. Esta relación tiene el potencial de generar sentimientos positivos de
apoyo, de compañía, de reconocimiento, de aceptación, de pertenencia… todos necesarios para una autoestima sólida.
FACTOR DE PROTECCIÓN - Antes, la ciencia se enfocaba, principalmente, en factores de riesgo, en lo que podía causar daño o tener un efecto negativo en nuestras emociones o conductas. Pero, en años recientes, los esfuerzos se han redirigido a estudiar las dinámicas o habilidades que nos protegen y pueden evitar el desarrollo de dificultades personales futuras. Tener una mascota entra en el renglón de los factores de protección que podemos añadir a un proceso de crianza saludable.
COMPROMISO SOCIAL Y DE CONSERVACIÓN - La educación en el cuido de una mascota, el compromiso del niño hacia la misma y los beneficios antes mencionados, deben fomentar el amor generalizado hacia los animales y sus causas, animándoles a tener un compromiso con la sociedad y con el ambiente.

 

El Dr. Enrique Gelpí Merheb es psicólogo clínico especialista en niños y adolescentes, y tiene su práctica en San Juan. Para más información, llama al 787-726-0184.