P: Si la mascota está desorientada, ¿siempre tiene que ser Alzheimer o pueden ser otras cosas? 

A veces, mi perro de ocho años se levanta de donde estaba acostado y se queda como eslembao un ratito, como mirando para la pared, pero después como que se arregla. ¿Debo preocuparme?

R: El Alzheimer es una condición de alta incidencia en mascotas de sobre siete años.

 Lo que llamamos Alzheimer de perros es mejor conocido como síndrome cognitivo. La condición se caracteriza por el desarrollo de cambios graduales en el comportamiento de perros y gatos  geriátricos, y está asociada con la disminución de sus  facultades mentales.  Esta condición ocurre  también en gatos, pero con menos frecuencia que en perros, y la misma no está asociada con otras condiciones de salud.  Este síndrome se debe a una  deficiencia o disminución de ciertos neurotransmisores en el cerebro.

Al  igual que con los pacientes humanos que sufren de Alzheimer, estas mascotas muestran síntomas clínicos muy similares. Podemos observar que  sufren cambios en personalidad, desorientación, confusión y hasta pérdida de memoria.   Cuando ocurre la pérdida de memoria, la mascota se desorienta, aun en su propio ambiente.  

También, podemos observar que la mascota ya no reconoce a su dueño o no lo saluda como de costumbre. Además, puede que  cambie sus patrones de sueño y empiece a dormir de día y a ambular de noche. En algunos casos, las mascotas  pueden permanecer horas mirando una pared o presionando su cabeza contra la pared.

Al momento, no existe una prueba específica para el diagnóstico de esta condición.  Para diagnosticarla, el veterinario realizará un examen físico y junto con los resultados de pruebas de sangre, orina y radiografías, entre otras, podrá descartar o confirmar la existencia de cualquier otra condición de salud que pueda causar los síntomas mostrados por la mascota.

Una vez hecho el diagnóstico, el tratamiento irá dirigido a mejorar la calidad de vida del animal mediante el uso de antioxidantes específicos, dietas especializadas y la administración de Anypril (Seliglinine).  

Por último, es preciso recalcar que es necesario llevar a la mascota al veterinario para que ésta sea evaluada y tratada debidamente, de acuerdo con los hallazgos obtenidos por el facultativo.

Crédito: Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, Dr. Ernesto Casta DVM, 787-767-5398