Es mucho lo que se dice de lo beneficioso de los perros en la familia, pero muchas veces se dejan de lado los felinos como compañías ideales, ya que se piensa que son poco amorosos, dañinos, o demasiado independientes.

Sin embargo, en realidad tener un pequeño gatito en casa puede beneficiarte en temas de salud mucho más de lo que piensas. Conoce aquí algunos de estos efectos positivos.

Salud cardiaca 

Según un estudio del Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, las personas que son dueñas de gatos tienen un menor porcentaje de probabilidad de sufrir un paro cardiaco (hasta un 30 % menos) en comparación a aquellos que no tienen felinos por mascotas.

El ronroneo ayuda a calmar los nervios

Tanto el estrés como la tensión arterial pueden ser reducidas si un gatito ronronea cerca a su dueño, según estudios.

Pero esto no es lo único. Según la revista Scientific American, la frecuencia emitida por el ronroneo de los gatos (entre 40 y 120 hercios) puede resultar beneficiosa en la mejora de varias enfermedades cardiacas, inflamatorias y del sistema nervioso.

Ayudan a las personas con autismo

La terapia con animales es una opción vista cada vez con mejores ojos por los familiares de personas con autismo, quienes tienen serias dificultades para comunicarse con el mundo. Acariciar un gato y tener su presencia cercana ayuda a calmar la mente de quienes padecen esta condición, ayudando así a mejorar sus intenciones comunicativas.

Disminuyen el estrés

Al acariciar felinos se ha demostrado que el cuerpo libera oxitocina, una hormona que aumenta los sentimientos de confianza y amor, así mismo como los de calma.

Para las personas con depresión resultan particularmente útiles, ya que su personalidad tranquila ayuda a apaciguar la mente y mejora el estado de ánimo de los pacientes.

(Fuente: La Voz)

Atentos a los maullidos

Como bien es sabido, los gatos rara vez utilizan los maullidos para comunicarse entre ellos, a diferencia de lo que hacen con los humanos. Más impresionante que esto es saber que tienen un tipo de maullido para cada situación: miedo, hambre, juego, sueño, etc. Aquí te compartimos los más recurrentes, para que puedas empezar a hablar de verdad con tu mascota.

Maullidos fuertes: Van dirigidos usualmente a otros gatos u otros animales, puesto que suelen representar peligro. Es una señal de advertencia, de marca de territorio.

Cortos y suaves: Cuando “habla” con los humanos emiten sonidos suaves, cortos y repetitivos. Esto está vinculado a una petición, como comida, juego, etc.

Suaves y no repetitivos: Esta es la forma como  te dice ¡hola!

Fuertes, constantes y no prolongados: En las gatas no esterilizadas indica que están en celo, mientras que en los gatos que buscan aparearse o pelea.