Nena nació el 7 enero de 2006, hija de la canina Bartola y del “Brincador de Cercas”. Sus primeros días de nacida los pasó con sus tres hermanos, hasta que mi hija Frances la vio e instantáneamente le robó el corazón. Aún lo recuerdo como si fuera ayer... Yo estaba trabajando cuando mi hija me llamó y me dijo: “¡Adivina a quién tengo en la cama!”. Por un momento, me quedé sorprendida porque no imaginaba quién podría estar allí con ella. Y resultó que era nada menos que una pequeña e inofensiva criatura a quien llamamos Nena. Confieso que, al principio, yo no estaba de muy acuerdo con el concepto de tener perros dentro de la casa. Sin embargo, con el paso del tiempo, teniéndola cerca de mí, ella acabó por robarme el corazón a mí también. De hecho, me encariñé tanto que hasta cuando se orinaba arriba, dentro de la casa, no me enojaba en absoluto. Claro que, luego, aprendió a hacerlo afuera. Su ternura y su delicadeza son las principales cualidades que sobresalen en Nena. Es una perra capaz de hacer olvidar el peor de los problemas que uno esté pasando. Si ella te ve llorando, te seca las lágrimas, te pone la patita en la cara y se queda al lado tuyo, apoyándote hasta que te ve mejor y contenta. ¡Es excepcional! Nena es única; es la mejor amiga que he tenido y con la que puedo contar en todo momento. La considero más como una hija que como una mascota, ya que ella se comporta como tal. Es una excelente cuidadora del auto y de la casa, y cada vez que alguien se acerca al carro, ¡ella se lo quiere comer! Definitivamente, una perrita así no se consigue en todos lados. Mi hermosa Nena, ¡lo es todo para mí!