Las hernias ocurren cuando grasa corporal u órganos del interior del cuerpo del animal se salen  a través de una apertura en la pared abdominal. Las hernias pueden afectar tanto a perros machos como a las hembras.
Existen dos tipos primordiales de las hernias  en perros: las congénitas, las cuales están presentes al momento del nacimiento, y las que surgen como resultado de un accidente. En este último renglón se pueden incluir las causadas por cirugías abdominales.

Cuando hay hernias congénitas, se recomienda que el perro/perra se esterilice. Las que ocurren después de una cirugía abdominal, son causadas por la ruptura de una o varias suturas (puntos) internos de la cirugía.

Una hernia puede comenzar como una cosa simple, en la que no hay estrangulación de órganos. Sin embargo, el asunto puede complicarse cuando hay órganos que salen por la apertura en la pared abdominal y se estrangulan. Esta última es mucho más complicada y puede resultar en riesgos muy serios a la salud del perro como, por ejemplo, cuando la pared abdominal corta la circulación del órgano que sale a través de la  apertura. Si no se trata a tiempo, resulta en muerte del tejido y gangrena.
 
Hay cuatro tipos de hernias que pueden afectar a su perro: 
 Hernias umbilicales: Son las más comunes. Usualmente, el perro no siente dolor. Se forman en el medio del abdomen a nivel del ombligo y consisten de tejido suave o de grasa. Lo que usted va a observar en una bolita que al apretarla, desaparece, ya que la grasita entra de nuevo al cuerpo.
• Hernias inguinales: Usualmente, pueden verse en las hembras preñadas  o constipadas, aunque también pueden verse en machos o como defectos de nacimiento. Son causadas porque existe un espacio entre la pared abdominal y los músculos de las patas traseras. Normalmente, el tejido que sale a través del hueco es grasa, pero existe  el riesgo de que los intestinos y la vejiga salgan por el hueco. Pueden ser dolorosas.
• Hernias perianales: Ocurren alrededor del ano. Pueden surgir en cualquier perro, pero son más comunes en perros machos no castrados. Este tipo de hernia puede ser dolorosa.
• Hernias diafragmáticas: Pueden ser congénitas, pero, mayormente, ocurren por accidentes como, por ejemplo, en un perro que es atropellado por un carro. Es causada por el rompimiento del diafragma (pared muscular que divide el pecho del abdomen). Puede ser bien dolorosa.  Este tipo de hernia es bien peligrosa, ya que los órganos del abdomen pueden entrar al pecho y comprometer la respiración del animal.  El animal presenta síntomas como dificultad respiratoria, resiste el movimiento y deja de comer. Este tipo de hernia no es visible y sólo la puede diagnosticar el veterinario por medio del historial, los síntomas y radiografías de pecho.

Lo más importante es que si nota algo en su perro parecido a una hernia,  haga que su veterinario lo revise. Su veterinario puede reparar la hervía con cirugía. La cirugía consiste en mover el tejido que sale a través de la apertura hacia el interior del cuerpo y cerrar la apertura con suturas.