O llaman la atención o asustan. Eso les pasa a los gato calicó, unos ejemplares muy particulares por el tipo de manchas que tienen en su pelo. O en realidad, a las gatas, porque sólo les pasa a ellas.

No se trata de una raza en particular, sino el resultado de un juego de la genética que hace que tenga parches de tres colores: negro, blanco y naranja.

“Cuando una persona busca un gato se fija mucho en su característica físicas, estéticas, y le gustan mucho los que tiene ojos azules, manchas perfectas, ojos como si usaran delineador, pelo sedoso. La posición y distribución de las manchas de los calicó es distinta, a veces se concentra en la cara y se ven diferentes. Entonces la gente o se asusta o le gusta por la rareza”, cuenta la médica veterinaria Viviana Vásquez, de la clínica Zoovet de La Calera.

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Esta condición no es muy frecuente y sucede solo en las hembras, ya que se debe a una cuestión de genes. “Se presenta más en poblaciones de gatos que se reproducen libremente, como los callejeros que pueden escoger más hembras que los de razas puras”, comenta el médico genetistas Fernando Gallego y agrega: “La probabilidad de que aparezca un macho calicó es de una entre 3,500 y es por un problema genético”, agrega el experto.

Para entender esta ‘rareza’ hay que hace un breve curso o recordación de la clase básica de genética. En este caso, el doctor Gallego se encarga de esto.

Los genes que hacen producir los colores negro y anaranjado están localizados en los cromosomas que definen el sexo en los mamíferos, conocidos como X. Las hembras tienen dos de estos cromosomas (son XX) y los machos solo tienen uno X, y el otro es el Y (son XY). En los genes de la hembra, uno da el color negro y el otro el anaranjado. En el caso de los machos, solo el gen X tiene la característica del color, entonces únicamente son negros o anaranjados.

El juego de la genética es que, si en el gen X que aporta el gato predomina el color naranja, se da esta posibilidad de las manchas de tres colores.

Esa mezcla de manchas no tiene nada que ver con la personalidad del gato, con su temperamento o funcionamiento físico. Son distintos, nada más.