(AP) Los monos capuchinos, con características humanas en miniatura, son favoritos de las personas que buscan mascotas a quien vestir, cargar, alimentar con cuchara y darles besitos.  Pero, cuando los llamados "monos organilleros" alcanzan la madurez sexual, aproximadamente a los cinco años, se pueden volver peligrosos y destructivos. 

Los funcionarios de vida silvestre se oponen firmemente a que los capuchinos sean tomados como mascotas. Helping Hands, una academia de entrenamiento de monos basada en Boston, cree que estos animales están mejor equipados que cualquier otro animal para ayudar a los incapacitados físicos para realizar ciertas tareas, pero no los recomiendan como mascotas.  Los monos -de entre 9 y 12 libras- pueden voltear las páginas de un libro, recoger objetos caídos, presionar botones en controles remoto, cargar DVDs y abrir botellas de agua. Pero eso no es lo suficientemente bueno, dicen los expertos en vida silvestre.  “¿Puedes imaginarte yendo a la jungla, arrancando un mono de un árbol y llevártelo a casa? Él te haría pedazos la cara, como debería”, dijo Lynn Cuny, fundador y jefe ejecutivo del santuario Wildlife Rescue &Rehabilitación Inc, en Kendalia, Texas.  Ella tiene unos 25 capuchinos en dos recintos.

Por su parte, Beth Preiss, una especialista en asuntos regulatorios de animales silvestres en cautiverio con la Humane Society de los Estados Unidos en Gaithersburg, Maryland, tampoco es aficionada a los capuchinos como mascotas.  “Mantener los monos como mascotas es una amenaza a la salud pública y a la seguridad, así como al bienestar del animal. Ellos pueden atacar, pueden diseminar una enfermedad y el amo promedio no puede cumplir con sus necesidades en cautiverio”, dijo.  Las mismas preocupaciones surgen al utilizar animales salvajes como animales de servicio, expresó.

La Asociación Estadounidense de Médicos Veterinarios y la ASPCA se oponen al uso de primates como animales de asistencia o servicio.  Veintiun estados prohiben tener primates como mascotas. Unos 15 estados los permiten y en el resto se necesitan licencias especiales. El Congreso está considerando la Ley de Seguridad de Primates en Cautiverio, que prohibiría el comercio interestatal de mascotas primates. La ley está pendiente de aprobación en el Senado.  Helping Hands dijo que socializa y entrena a sus monos con estándares federales. Desde 1979, la organización ha colocado 145 capuchinos con gente incapacitada.

Cuesta unos $40,000 criar, entrenar y ubicar cada mono. El animal y sus cuidados de por vida están libres de cargo para el recipiendario.  “Desafortunadamente, en Estados Unidos muchos de los monos adquiridos como mascotas no tienen los cuidados y atención que se merecen a lo largo de sus 30 a 40 años de vida”, dijo Megan Talbert, directora ejecutiva de Helping Hands, explicando por qué la organización no apoya la idea de que los capuchinos sean tomados como mascotas. 

La Internet ha hecho más fácil que cualquiera adquiera un mono como mascota, dijo Preiss. Y Hollywood no ha ayudado.  En el 2006, el número de capuchinos en el santuario Primarily Primates de San Antonio, Texas, se disparó y la población creció hasta 130, dijo el director ejecutivo Stephen Rene Tello. Responsabilizó de ello a la serie de televisión “Friends” y al episodio en que apareció un capuchino llamado Marcel. Falta ver los efectos que tuvo la presencia de uno en “Pirates of the Caribbean” y “Night at the Museum”. 

La mayoría de la gente no se deshará de un capuchino hasta que haya salido de sus etapas infantiles y juveniles, dijo Cuny.  “Si alguna vez viste a un bebé mono, se te derrite el corazón ahí mismo, son adorables, preciosos. El problema es que la gente sólo ve eso. Los bebés son adorables, aunque sean un bebé wombat (pequeños marsupiales australianos), elefante, mono o un niño”, dijo Cuny.  Dijo que quien esté considerando tener un animal salvaje como mascota debería investigar. “Si son amantes de los animales, para empezar, seguramente no contribuirían a la crueldad que reciben estos animales dentro del tráfico al que son sometidos”. 

Hay probablemente menos de 100,000 monos capuchinos como mascotas en Estados Unidos, estimó el doctor Stephen Zawistowski, vicepresidente ejecutivo y consejero científico de la ASPCA en Nueva York.  “Son destructivos. Pueden destrozar una casa. Estamos hablando de que pueden arrancar las cortinas, derribar todo lo que haya en estantes. Piensa en un animal que es más ágil y capaz de llegar a más lugares que un gato haciendo berrinche. No los puedes entrenar en casa. Ellos crecen para vivir en árboles”, dijo Zowatowski. 

Muchos dueños de monos hacen que les remuevan los colmillos al animal para que no puedan morderles los dedos, dijo.  Joseph “Babe” Hamric de Chesapeake, Virginia, fue atacado dos veces en dos semanas en marzo por su mascota capuchino llamado Noah, dijo la policía. El veterano de Vietnam, que adquirió el mono para lidiar con su trastorno de estrés post traumático, dijo a reporteros que el primer ataque ocurrió porque pisó la cola del animal. El segundo no tuvo explicación, expresó. 

Tammy Zaluzney de Washington D.C., pasó 14 años como parte del personal del Zoológico Nacional Smithsonian y dice que no se debe tener a un animal salvaje como mascota.  Hollywood puede estimular el apetito de la gente, pero, con frecuencia, los dueños de capuchinos solo quieren un animal diferente a los del resto del vecindario, dijo, advirtiendo que no basta con que el animal muestre 15 minutos de docilidad.  “Otra gente está reemplazando un hijo o teniendo un mono como hijo sustituto y ahí vemos a pequeños humanos peludos con pañales y mameluco”, añadió. 

Para más información, en Internet pueden visitar:  Primarily Primates: http://www.primarilyprimates.org , Wildlife Rescue & Rehabilitation, Inc.: http://www.Wildlife-rescue.org,  ASPCA: http://www.aspca.org,  Humane Society of the United States: http://www.humanesociety.org,  AVMA: http://www.avma.org/issues/policy/nonhuman(underscore)primates.asp,  Helping Hands: http://www.monkeyhelpers.org