Las temperaturas históricas que se han reflejado en Puerto Rico, atadas al polvo del Sahara en el medioambiente, representan una amenaza a la salud para las mascotas, advirtió Ernesto Casta González, pasado presidente del Colegio de Médicos Veterinarios.

Casta González dijo que  está seguro que deben haber veterinarios en la Isla que ya hayan atendido mascotas afectadas por la ola de calor, que ha provocado temperaturas mayores a los 100 grados y al menos cuatro días consecutivos de nuevos récords de altas temperaturas.

“En el pasado hemos atendido pacientes afectados por calor”, indicó Casta González. “A veces llegan en shock, en esos casos se le abre una vena, se le empieza a suministrar líquidos intravenosos y se empiezan a monitorear órganos vitales como riñones y el hígado, una vez se estabilizan se monitorean por dos o tres días para asegurarse que no se haya afectado esos órganos”, expresó.

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El doctor indicó que los perros y los gatos no tienen la capacidad de disipar el calor como los seres humanos, mediante el sudor por las glándulas sudoríperas, sino mediante el jadeo, pero “en altas temperaturas como las que estamos atravesando (el jadeo) no es lo suficiente para mantener la temperatura entre los niveles normales, particularmente si se dejan expuestos al calor”.

“Por tal razón pueden sufrir ataques de calor, en inglés ‘heat stroke’ o hipertermia. Esto puede tener consecuencias graves o fatales. La buena noticia es que es totalmente prevenible”, aseveró Casta González.

¿Qué hacer?

Pero las condiciones climatológicas no conllevan necesariamente cambiar de lugar a su mascota. Según el galeno, las recomendaciones son asegurarse que se le provee a la mascota sombra, cubierta, para que no se expongan directamente al sol, dejarle más agua de lo usual, asegurarse que esa agua esté bajo la sombra y hay hasta la opción de tenerle mecanismos automatizados para suministrarle el líquido.

Para las personas que sacan a pasear a sus mascotas, o los que se ejercitan, deben hacerlo cuando no hay sol, y si es por un periodo extenso llevarle agua al animal.

“El calor en las aceras puede quemarle las almohadillas de las patas”, expresó Casta González.

Si encuentra al animal jadeando más de lo usual, ansioso , desorientado, y salivando excesivamente, Casta González exhortó a sacarlo del sol, proveerle sombra, rociarle agua tibia por encima y darle agua fresca. No sumerja en baldes con hielo, puede causar hipotermia, subrayó.

Afirmó que si la mascota está en sobrepeso o padece condiciones cardiacas, el dueño debe evitar exponerlo a ninguna actividad al exterior en horas de calor.

Si ya está convulsando o inconsciente, echarle agua en la boca puede causarle pulmonía. Lleve al perro de inmediato a un médico veterinario licenciado, expresó.

Sobre el polvo de Sahara, Casta González dijo que las mascotas se pueden afectar de forma similar a los humanos, con secreciones oculares y nasales, tos, estornudos, lesiones en la piel, llagas, erupciones en la piel, e infección o dermatitis. Considere visitar a su veterinario licenciado, indicó.

Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios al 787-283-2840, visitar su página de Internet en cmvpr@cmvpr.org, y escuchar el programa radial del colegio “Dialogo Veterinario”, este jueves a las 3 p.m. en el 740 am.