Supuestamente, nadie la quería porque era una hembrita. Peor aún, su dueño -quien debía haber sido su protector, su guardián amoroso- la llevaba dando tumbos dentro de una caja, toda embarrada en sus propios excrementos, cundida de pulgas y forrada de picadas. Desnutrida, porque su pobre estomaguito rebosaba de parásitos, la pobre perrita exhibía una expresión melancólica como si supiera que, si nadie la quería, las intenciones de quien la transportaba eran las de dejarla en cualquier parte.
Pero, la vida tenía planes muy diferentes para esa cachorrita que hoy día es nada menos que Luna Delfaus, una mascota sumamente querida, cuidada y protegida que, para colmo, invariablemente resulta ganadora en cuanto certamen de mascotas se presenta. De hecho, recientemente, Lunita fue declarada como la Mascota del Año en un concurso que Primera Hora llevó a cabo conjuntamente con Pet ID. Por ello, bien cabría preguntar si el desalmado que con tanto desprecio la llevaba se habrá enterado de que esta mascotita encontró un destino que define con prístina claridad y exactitud lo que es un verdadero final feliz.

El “crimen” de Luna
El gran delito de Luna -la razón por la cual querían deshacerse de ella cuanto antes- fue haber nacido de un encuentro no programado entre una perra Maltés y un perro que, aunque también de raza, no era Maltés como la mamá. Por ello -y como el dueño de Lunita y sus hermanos  los estaba criando para lucrarse con ellos-, el hombre entendía que se le “había dañado” la camada, que los cachorros no servían ya. De modo que, como quien se quita un paquete de encima, se la ofreció al esposo de Wanda Delfaus -la hoy amorosa guardiana de Luna-, cuando éste le inquirió qué llevaba en la caja que cargaba.
 “Al verla, pensé que era un peluche”, recordó Wanda emocionada, pues la perrita era diminuta. “Confieso que tuve serias dudas (en cuanto a adoptarla) por la responsabilidad de tener una mascota. Pero, todas mis dudas desaparecieron cuando me miró con su carita triste y lamió mi mano. Luna ha transformado nuestras vidas”, añadió con gran satisfacción. “Siempre me gustaron las mascotas, pero pensaba que no tendría el tiempo ni el espacio para tenerlas. Consideraba que eran una gran responsabilidad  y que cambiarían mi vida. ¡Y, claro que la cambió, me ha hecho más feliz!”.
Wanda también mencionó que otro de los beneficios de haber adoptado a Luna es que, gracias a ella, comenzó “a compartir con otros pet lovers”.
 
¿De pasarela en pasarela?
Al preguntarle por qué lleva a Luna a participar a todos los certámenes y desfiles de mascotas habidos y por haber, Wanda respondió: “Ja ja ja, ¡no a todos!  A veces, llegamos a una actividad y  anuncian alguna competencia fashion, y las personas a mi alrededor me insisten (que participe). ¡Ella modela y gana! Luna llama mucho la atención por su personalidad apacible y educada. Siempre está de punta en blanco. Aunque no está entrenada, ha modelado para muchas boutiques caninas y lo hace muy bien.  Además, ella me inspira y me encanta diseñarle vestidos y  disfraces, que yo misma le coso. El año pasado, por ejemplo, ¡ganó todas las competencias de Halloween en las que concursó!”.
En fin, Wanda se divierte con todo lo que hace con, por y para la ahora superfamosa Luna. Más aún, ella está requetesegura de que a la perrita le gusta. “Ella se emociona al ver  los vestidos. Cuando los estoy creando, ella va con su colita en high para que se los entalle.  ¡Nunca le pongo nada que yo no usaría! Juro que si la veo incómoda, molesta, inquieta o con demasiado calor, jamás la expongo”.
 Como diva al fin y al cabo, Luna va a todas partes en un coche para bebés. Por ello, Wanda comentó que “¡algunas personas me preguntan si ella camina! Siempre le llevo agua bien fría en su cooler y tiene un abanico que la refresca, por su largo pelaje”, añadió orgullosa.

¿Qué significa esta victoria?
Durante la sesión fotográfica para este reportaje -que se llevó a cabo en el área de la piscina del hotel Caribe Hilton-, Wanda exclamó encantada: “¡Wow! ¿Mi hija en la portada de un periódico importante como Primera Hora, y por Internet, también? Nos sentimos muy honrados, orgullosos y emocionados. Cuando recibí la noticia (de que ella había ganado),  me encontraba en mi oficina. Se me saltaron las lágrimas, comencé a gritar y a dar brincos de alegría, armé un escándalo, pero todos lo celebramos y conservo mi empleo, ja ja ja!”.

¿Lo mejor de todo?
Para Wanda, es poder decirles a todos que Luna es una perrita rescatada. “La primera pregunta de la gente al verla es ‘¿Qué raza es?’. Y  cuando les digo que es sata mixta, casi infartan; tratan de buscarle nuevas razas y muchos se niegan a creerlo. Me siento muy orgullosa de que sea mezclada, tanto que siempre les hago saber cómo llegó y lo que puede resultar de esas bolitas de pelo sucias y tristes. Sólo necesitan una oportunidad y mucho amor. Y si fuera a cobrar por cada foto que le han tomado, ¡sería millonaria!”.

Y ante ustedes... ¡La favorita  del público!
Como parte del concurso de la Mascota del Año,  se invitó al público para que escogiera su mascota favorita, de entre los finalistas previamente seleccionados por los jueces. Como resultado, dicho premio recayó en Isabella Tous, la querida perrita de Alexssa Hernández.
 Isabella, una Italian Grey- hound, también es una veterana del modelaje, pues le encanta que su “mamá” la saque a pasear, luciendo sus mejores galas y le fascina que la retraten. De hecho, aunque es medio jiribilla, sabe permanecer quieta como una estatua a la hora de ver una cámara fotográfica.
  Isabella felicita a Luna Delfaus por haber sido la favorita del jurado y la invita a que, juntas, sigan luchando en contra del maltrato y abandono de los animales. Además, como buena concursante en un certamen de belleza, nos insistió en que ella también quiere la paz mundial.

 

 

 

Reconocimiento
Tus Mascotas
de Primera Hora  agradece la gentileza de la gerencia del hotel Caribe Hilton por habernos permitido tomar estas fotos en sus instalaciones.