A todos nos ha pasado. Nos hemos desesperado, viendo a nuestras mascotas revolcándose, rascándose y lamiéndose constantemente debido a intensos picores y ataques de alergias. Sin embargo, las bañamos con champús especiales, las alimentamos con comidas hipoalergénicas y, a pesar de todos nuestros esfuerzos, nuestros animalitos, literalmente, se arrancan los pelos en un intento por quitarse esa comezón constante.

Las buenas noticias es que no estamos solos. Las malas noticas es que los ataques de dermatitis atópica –picor en la piel que no se sabe exactamente a qué obedece- que sufren nuestras mascotas son, como quien dice “la orden del día”.

Más aún, debido a que muchos de los animalitos sufren de estas alergias hasta bien entrados en años, sus guardianes se preocupan –con justa razón- por el hecho de estar tratándolos con medicamentos convencionales por años y años. Por ello, cada día son más los que buscan complementar la medicina tradicional con  la medicina alternativa.

En los perros

La dermatitis atópica es más común en perros que en gatos. Se trata de una condición en la que la piel del perro sufre de picor intenso y constante, lo cual puede resultar en serias lesiones si el animal se rasca incesantemente. Por lo general, la condición es el resultado de una hipersensibilidad a ciertos alimentos o a alérgenos ambientales como polen, hongos, ácaros y picadas de insectos.

Por qué ocurre

Una de las causas para la dermatitis atópica es que, por diversas razones que no siempre se llegan a conocer en su totalidad, la piel deja de funcionar como una barrera protectora contra los alérgenos. Esto ocurre cuando las capas superiores de la piel –tanto de perros y gatos como de humanos, entre otros animales- sufren una pérdida de las proteínas que conforman su estructura y las cuales juegan un papel importante en el desarrollo de diversos tipos de afecciones cutáneas.

Entre los múltiples tratamientos recetados se encuentran diversos antihistamínicos, antiinflamatorios (como corticosterioides), fungicidas (para combatir los hongos) y, en casos más graves, antibióticos para tratar las lesiones infectadas.

Opciones adicionales

Conjuntamente con los tratamientos convencionales, muchos recurren a la medicina holística como complemento para los tratamientos de rigor.

Se le llama medicina holística al conjunto de disciplinas que pretenden tratar, no solo la parte del cuerpo que está enferma, sino al organismo en su totalidad –cuerpo físico y estado anímico-, con una combinación de terapias tradicionales modernas y tradicionales milenarias, con miras, no solo a sanar, sino a prevenir enfermedades.

Entre los muchos recursos disponibles están los ácidos grasos poliinsaturados, como los ácidos grasos omega-3 y omega-6 que, precisamente, ayudan a restaurar la barrera de la epidermis porque tienen la facultad de cambiar la composición de lípidos en la piel.  Además, se ha descubierto que también tienen propiedades antiinflamatorias y efectos inmunomoduladores.

Resultados comprobados

Un estudio reciente -llevado a cabo en Munich, Alemania- evaluó el uso en conjunto de aceites grasos poliinsaturados con la aplicación tópica de aceites esenciales en pacientes caninos con dermatitis atópica.

Durante el transcurso de ocho semanas, de los 48 perros del estudio un grupo recibió una aplicación tópica de aceites grasos poliinsaturados –omega-3 y omega-6- en combinación con una mezcla de aceites esenciales de neem, extracto de romero, aceite de lavanda, aceite de clavo, aceite de melaleuca (tea tree oil), extracto de orégano, extracto de menta y extracto de corteza de cedro. El otro grupo recibió un placebo, pero también recibió la misma combinación de aceites esenciales.

Después de las ocho semanas, los guardianes de los perros entregaron un informe relatando sus impresiones en cuanto a la intensidad de las alergias y los picores, así como a la frecuencia con que sus mascotas se rascaban.

El resultado fue que las mascotas que fueron tratadas con la combinación de aceites grasos poliinsaturados y aceites esenciales demostraron una mejoría de hasta un 50%. Más aún, en ninguno de los casos se presentaron reacciones adversas de ningún tipo.

Es un tratamiento, no una solución

Es importante señalar que, aunque las mejorías fueronnotables, en ningún caso se resolvió el problema por completo y para siempre. Pero, hay que recordar que, por definición, la dermatitis atópica se llama así porque no está ligada a una causa en particular. No obstante, se ha comprobado que, aunque los tratamientos –como el antes mencionado– son menos eficaces que drogas como glucocorticoides (cortisona) y ciclosporina (medicamento inmunosupresor), de todos modos representan una alternativa segura y eficaz como terapia adyuvante sin efectos nocivos ni a corto ni a largo plazo.

Por otro lado, es preciso mencionar que tanto los glucocorticoides como la ciclosporina son drogas potentes diseñadas para suprimir el sistema inmunológico y que, típicamente, el alivio que aportan dura solo el tiempo que el medicamento se esté administrando. En otras palabras, cuando se dejan de usar, los mismos síntomas –o, incluso, síntomas nuevos- pueden reaparecer.

Más aún, ambas drogas pueden tener efectos secundarios notables como: marcado aumento en hambre y sed, aumento en la necesidad de orinar, letargo, intranquilidad, confusión mental, problemas gastrointestinales (incluyendo úlceras), pérdida de pelo, aumento de peso, incremento en la circunferencia del vientre (lo que puede ser señal de la enfermedad de Cushing), coágulos, diabetes, pancreatitis e infecciones secundarias.

¡Y lo menos que el guardián de una mascota quiere es provocarle otros síntomas a su animalito, mientras está tratando de remediarle el picor constante!

En conclusión

La primera prioridad deberá ser siempre agotar todos los recursos para averiguar qué es lo que está provocando la alergia en las mascotas. Una vez se haya descartado cualquier posibilidad de una condición peligrosa, convendría discutir con el veterinario qué otras opciones alternas podrían explorarse, que no interfirieran con ningún medicamento que el animalito estuviera usando.

¿Quieres probar un remedio sencillo y eficaz?

Habrás notado que muchos productos para las mascotas con alergias contienen avena, pues esta tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes. Por eso, a continuación te recomendamos una receta de Baño de avena y bicarbonato de soda, que le ha resultado tremendamente eficaz a quienes la han probado en sus mascotitas.

Este enjuague a base de avena también contiene bicarbonato de soda. La combinación de ambos ingredientes ayudará a aliviar la irritación y el picor, y a reducir la escamosidad en la piel del animalito debido a la resequededad.

Ingredientes

1 taza de bicarbonato de soda

2 tazas de avena cruda (natural, sin azúcar ni sabor)

3 tazas de agua

Nota: Dependiendo del tamaño de la mascota, puedes dividir o doblar los ingredientes, siempre y cuando sigas la misma fórmula de una parte de bicarbonato de soda, dos partes de avena y tres partes de agua. Si te sobra mezcla, no la guardes. ¡Descártala de inmediato!

Procedimiento

–Tritura la avena en una licuadora o un procesador de alimentos. Cuando haya quedado como un polvo fino, mézclala con el bicarbonato de soda y el agua. Deja a un lado.

–Baña a tu mascota con agua tibia tirando a fresca (el agua caliente no es buena para las irritaciones en la piel) con el champú que te haya recoendado su veterinario y enjuágala bien un par de veces. No dejes que se sacuda.

–Con el pelaje y la piel bien empapados en agua, abre el pelo por secciones y aplícale el enjuague de avena y bicarbonato de soda que has preparado, cuidando de remojar bien las áreas más afectadas, pero evitando los ojos.

–Deja este enjuague sobre su piel por lo menos durante 15 minutos.

–Pasado este tiempo, enjuágalo bien con abundante agua fresca (no caliente).

–Puede repetirse hasta dos veces por semana.

¿Piensas probar alguno de estos remedios? Si lo haces y te funcionan, por favor, escríbenos a tusmascotas@primerahora.com o visitanos en Facebook Tus Mascotas y déjanos saber los resultados.