Cristina Marie Saint-Blancard está viva de milagro,  gracias a su perra oyente Tatiana II. La historia de esta joven puertorriqueña de 28 años, radicada en  Ft. Lauderdale, en la Florida,  pone de manifiesto, una vez más, lo estrechos que son los lazos de fidelidad que nos unen con nuestras mascotas. Y es que, mientras Cristina cursaba estudios graduados en ingeniería biomédica en The Ohio State University, sufrió un trastorno de salud que cambiaría su vida para siempre. Como resultado, desde entonces ella depende, casi por completo, del apoyo, la seguridad y la compañía que le brinda Tatiana.

La perrita le fue otorgada gratuitamente como animal de servicio para sordos porque Cristina, quien había sido previamente diagnosticada con “pérdida de audición bilateral mixta y progresiva”, también padece del “mal de Ménière y de enfermedad autoinmune del oído interno” (AIED, por sus siglas en inglés), a causa de lo cual “el sistema inmunológico ataca los oídos y causa una pérdida de audición rápida”. 

Como si todo esto fuera poco, cuando estaba por completar su tesis, y mientras realizaba sus labores de investigación, Cristina enfermó nuevamente. “Contraje dos bacterias  que se me alojaron en los oídos. Estuve por muchos meses batallando contra las mismas, pero, después de múltiples tratamientos, llegó el momento en que no podía más y me tuve que venir a vivir con mis padres”, relató. 

En un principio, se esperaba que, al mejorar, Cristina pudiera completar sus estudios en la universidad. “Pero mis problemas de salud siguieron complicándose y nunca pude regresar”. Con el temple y la determinación que la caracterizan, la joven decidió seguir estudiando con Purdue por Internet. “Después de tanta lucha”, dijo satisfecha, “me pude graduar en diciembre de 2011 con una maestría en ingeniería biomédica. Pude asistir a la graduación y desfilar con quien se ha convertido en mi ángel guardián y heroína a mi lado: ¡mi perra de servicio!”. 

Por su compromiso con su guardiana, la universidad decidió otorgarle a Tatiana el grado honorario de maestría en amistad y consejería.

Pero, ¿qué, exactamente, hizo esta perrita para que Purdue la reconociera de ese modo y por qué Cristina le está tan agradecida? La respuesta no es nada menos que impresionante.

Le salvó la vida

Con sumo orgullo Cristina relata: “Tatiana ha sido nominada para un premio como perro héroe no sólo por todo lo que ella hace por mí como perro oyente, sino porque, literalmente, me salvó la vida. El 9 de agosto de 2011, a menos de dos meses de ella estar conmigo, yo me encontraba en una de mis crisis pulmonar debido a una infección. Llegué a ir a la sala de emergencias porque se me estaba dificultando respirar y ninguno de los tratamientos me estaba ayudando. Sin embargo, a pesar de que el médico de emergencia opinó que debería ser hospitalizada, terminaron dándome de alta”. 

De vuelta a su hogar, Cristina se fue de inmediato a la cama porque se sentía muy mal. Luego de acostarse, no recuerda mucho, aseguró, “y lo que sé es por lo que me contaron. Alrededor de las dos de la mañana sufrí un paro respiratorio, posiblemente luego de un ataque severo de asma. Y, a pesar de que traté de darme un tratamiento respiratorio, aparentemente no logré hacerlo”. 

En una crisis semejante, Cristina fácilmente podía haber perdido la vida. Pero, esa desgracia se evitó gracias a que “Tatiana, quien siempre duerme a mi lado, parece que percibió que algo no andaba bien. Me imagino que, como a ella le gusta jugar conmigo en la cama, trató de conseguir mi atención y, al no obtenerla, salió del cuarto, levantó a mi mamá y la trajo hacia donde mí. Cuando mi mamá me encontró, estaba completamente cianótica, inconsciente y sin respiración”. 

La familia llamó de inmediato al 9-1-1 y en cuestión de minutos llegaron los paramédicos, quienes “me dieron los primeros auxilios hasta conseguir que respirara nuevamente. Una vez en el hospital, se le acercaron a mi mamá y le preguntaron cómo fue que ella supo lo que me estaba sucediendo. Fue entonces que todos cayeron en cuenta que gracias a Tatiana y a su pronta acción, yo estaba viva, y que era ella la que había salvado mi vida”.

Inmensamente agradecida

Este final feliz fue posible gracias a la reconocida entidad sin fines de lucro Canine Companions for Independence (CCI - www.cci.org), la cual, según Cristina relató, “entrena perros oyentes, como Tatiana, para asistir adultos sordos o que sufren de pérdida de audición”. CCI también entrena perros “para asistir a adultos con impedimentos físicos y de mobilidad, para asistir a niños con impedimentos y perros de terapia, que visitan hospitales y otras facilidades médicas”, explicó la joven.

Como CCI es una organización sin fines de lucro, todos los perros se otorgan completamente gratis. Debido a que  siempre hay una lista de espera y a que el  proceso de evaluación es sumamente riguroso, a veces pasan varios años antes de que una persona pueda recibir su perro de servicio. Por fortuna, para Cristina fue diferente.  “Mi proceso tomó un poco más de dos años, pero totalmente valió la pena”, aseguró satisfecha.

Inseparables

Tatiana acompaña a Cristina a todas partes. “Nunca se separa de mí”, expresó la joven. “Somos un combo y, de ser invitadas a lugares privados, ¡o vamos las dos o no va ninguna!”. Por ley, Tatiana tiene derecho a entrar a todos los lugares públicos a los que Cristina  tenga acceso. “No tengo obligación de mostrar nuestra certificación, pero por lo general, yo la ofrezco voluntariamente porque no tengo nada que esconder”.

Tatiana está entrenada para alertarla sobre  sonidos que ella  no puede escuchar “o se me dificulten para  identificar. Cuando ella escucha uno de los ruidos para los cuales  la he entrenado” –por ejemplo, el teléfono, alguien que toque a la puerta, el microondas, el despertador, una alarma detectora de incendios, etc.–, “ella me empieza a dar con su hocico en el muslo hasta que le respondo. A veces, si no sé por qué me está avisando, me lleva hasta el ruido”.

Más que una perra oyente

Cristina no cesa de asombrarse de cómo es posible que, sin que la entrenara para ello, “Tatiana también aprendió a avisarme cuando estoy a punto de tener un ataque de Ménière –que causa mareo, desbalance y malestar en los oídos– para que me siente y me ponga en un lugar seguro. En el pasado, he sufrido de muchas caídas, pero, desde que tengo a Tatiana, han sido muy pocas las veces que me he caído. Tatiana sabe cuándo no me siento bien y no se mueve de mi lado”.

Candidata al 2012 American Humane Association Hero Dog Award  

Tatiana II ha sido nominada para este galardón dentro de la categoría de perro oyente. Este concurso nacional reconoce a los miles de perros que hacen diferencia en las vidas de personas con necesidades especiales. Las otras categorías son: búsqueda y rescate, servicio, policía o fuego, terapia, guía, militar y nuevo héroe. 

Este año, más de 350 perros de todos los Estados Unidos han sido nominados, pero sólo 8 serán escogidos como finalistas. Los finalistas caminarán por una alfombra roja y serán reconocidos  durante la premiación que se llevará a cabo el 6 de octubre de 2012 en el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles, California, en donde el Perro Héroe Mayor será anunciado.

 De ganar, Tatiana sería la primera perra perteneciente a una puertorriqueña en recibir dicho reconocimiento y recibiría un premio de $5,000 para ser donado en su nombre a una organización sin fines de lucro.

¡TÚ PUEDES AYUDAR  A TATIANA A GANAR!

Si deseas apoyar a esta noble perra, puedes visitar www.herodogawards.org/vote/?nominee=49861768# y votar por ella una vez al día por cada dirección de correo electrónico. Tienes hasta la medianoche  del 30 de junio de 2012 para votar. Tatiana ha permanecido en la delantera desde el comienzo de la competencia, pero necesita tu apoyo para mantenerse en esa posición.