La oveja se llama Alfie y su dueña, Emma Turner, una mujer de 41 años, le está sumamente agradecida porque el ovino le detectó un cáncer en el seno, el cual, por fortuna, se ha podido tratar a tiempo.

Turner desconocía que padecía de cáncer y jamás sospechó que los insistentes cabezazos de Alfie en su pecho eran indicativos de que ahí, precisamente, ella tenía un tumor.

La mujer, quien se desempeña como arqueóloga en una ciudad del condado de Wiltshire, en Inglaterra, ha narrado cómo el pasado mes de octubre, mientras se encontraba en su granja en Wiltshire y se disponía a esquilarle las patas a su oveja, el animal se puso un tanto agresivo y empezó a chocar su cabeza contra uno de sus senos.

Como consecuencia de los cabezazos, a Turner le salió un hematoma en el lugar de los golpes. Entonces, fue que la mujer se fijó que exactamente en ese punto en su pecho tenía un bulto que no había notado antes. Luego de acudir al médico, el diagnóstico fue certero y devastador: en efecto, era un cáncer, pero lo habían cogido a tiempo. Y lo que es más asombroso, los médicos le dijeron que, de no haber sido por los golpes, probablemente hubiera podido pasar mucho tiempo antes de que hubiera sido detectado.

La mujer -que ya está en vías de restablecerse por completo- recibió tratamiento de quimioterapia y todos en el hospital están convencidos de que Alfie le salvó la vida.

Con todo esto, Turner espera que quede erradicada para siempre la vieja noción de que las ovejas no son muy listas que digamos. "Los que piensen eso, no saben nada sobre las ovejas", manifestó orgullosa  y agradecida la mujer.