Amados míos, para mí fue un gran honor haber compartido con ustedes durante tres maravillosos años. Ya hace cuatro meses de mi partida, pero los siento tan cercanos a mi corazón como el primer día. ¡Qué feliz fui yendo a la playa y al río, y paseando por las montañas, chinchorreando de lo lindo con ustedes en cuanta fiesta de pueblo había! Con razón nunca me sentí como una mascota, sino más bien como un verdadero miembro de la familia. Gracia a ustedes, viví alegre y feliz. Ahora, correteo por el cielo, a la espera del feliz día en que estemos juntos otra vez. Los amaré siempre, Coco Saurio.