Anualmente, al acercarnos a la celebración del Día del Planeta Tierra, surgen las voces preocupadas por el ambiente y cómo las futuras generaciones van a poder coexistir en armonía ambiental. Diariamente vemos cómo la deforestación, las emisiones de gases, la contaminación de las aguas, el calentamiento global y el pobre manejo de desperdicios afectan nuestra “gran casa”.

Pensamos en nuestros hijos y nietos. Pero, ¿pensamos en qué podemos hacer nosotros, en cómo nuestras acciones afectan el entorno natural? Probablemente no. Vemos el deterioro ambiental como algo lejano, del futuro. Pero, ¿acaso no son nuestras acciones de hoy las que afectarán el futuro? El consumo de recursos naturales se ha acelerado debido el aumento mundial de la población y la presión continua de desarrollo económico. Si el ritmo actual se mantiene, la explotación a gran escala de los recursos naturales nos llevará a su exterminio, mientras que el manejo inadecuado de los desperdicios aumentará de forma imparable la contaminación ambiental. Son estas realidades las que hacen del ambiente una responsabilidad de todos.

Hace 20 años, Fundación Toyota comenzó su programa de Becas y Donativos Ambientales. Lo vimos como un proyecto de amor por el ambiente, por el país y por los hijos de esta Tierra. Surgió como la oportunidad de no sólo desarrollar e incentivar proyectos que ayudaran a preservar, educar y proteger nuestro entorno; sino como la oportunidad de educar a una nueva generación de puertorriqueños a comprometerse con su Tierra.

En este camino hemos conocido educadores, ambientalistas, ciudadanos que han hecho de la protección de nuestra “gran casa”, su proyecto de vida. Juntos hemos trabajado proyectos para identificar especies en peligro, como los manatíes y el sapo concho; educado a niños sobre especies autóctonas, investigado comportamientos de los coquíes y desarrollado programas para mantener nuestras costas y bosques limpios. Decenas de jóvenes han estudiado carreras en ciencias ambientales, biología y ciencias marinas; mientras prestan su tiempo para desarrollar y apoyar proyectos comunitarios de impacto ambiental tanto en Puerto Rico como en el exterior.

Muchas manos y 20 años no son suficientes cuando se trata de proteger nuestra “casa grande”. Para lograrlo, necesitamos la voluntad de cambiar significativamente nuestros estilos de vida, y sobre todo, necesitamos el compromiso y el esfuerzo de todo un pueblo interesado en dejarle una “mejor casa” a los hijos de esta Tierra nuestra.

Nancy Navales es vicepresidente de Toyota de Puerto Rico.