Lamentablemente desde la administración de Pedro Rosselló González en adelante el ritmo de progreso del manejo de emergencias ha mermado drásticamente. Debemos recordar el Neil Frank Award, luego del huracán Georges, como uno de los muchos reconocimientos del gobierno de EE.UU. al Manejo de Emergencias en Puerto Rico.

Por el contrario, recientemente integraron la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) junto con seis agencias, un proyecto de ley que persigue combatir el crimen, tráfico de drogas y la corrupción dentro de un Departamento de Seguridad Pública con un secretario administrativo. Cosas veredes.

Bajo una nueva administración, que reconoce el sistema norteamericano, destacamos detener esa merma y regresar al progreso del manejo de emergencia en Puerto Rico en las etapas que comprenden antes, durante y después; siguiendo el ejemplo de la Nación y el desarrollo de los Centros de Operaciones de Emergencia (COE) en el Capitolio Federal, Casa Blanca y otros.

Alrededor de 5 a 6 años atrás, el Presidente del Senado en ese tiempo, Thomas Rivera Shatz acogió nuestra sugerencia de crear un Centro de Operaciones de Emergencia dentro del Islote de la Capital de San Juan y allende de los puentes que unen con el resto de la Isla de nuestro Puerto Rico, similar a lo existente en Washington D. C. y Casa Blanca en Estados Unidos.

Estas instalaciones interoperando con el COE Estatal y sus coordinadores interangenciales reunirá representación de las tres Ramas del Gobierno dentro de la jurisdicción y la primera figura ejecutiva del gobierno municipal de la alcaldía de San Juan, las agencias federales y sectores privados de acción comunitaria como: Cruz Roja, Salvation Army, entre otras localizadas dentro de la jurisdicción capitalina.

Luego de evaluar la propuesta, se comenzaron a través del Superintendente del Capitolio y el personal, los adiestramientos y orientación del proyecto, pero lamentablemente el resultado electoral y una nueva administración afectaron el desarrollo y el logro del mismo.

Este proyecto desarrollaría, al igual que en Estados Unidos, estructuras para proteger el liderato gubernamental de efectos radiológicos (como un ataque nuclear tan latente actualmente), eventos sísmicos o cualquier emergencia natural o creada por el hombre. Además, orientaría al legislador y al ejecutivo sobre proyectos de emergencia y para solicitar ayuda del exterior, la recuperación y la continuidad del gobierno tan importante para la cotidianidad económica y sobre nuestro pueblo.

Este Centro de Operaciones de Emergencia no sería independiente, ya que interoperaría con el COE estatal y los coordinares interagenciales, representación federal, sector privado y todos los componentes con asiento en el organismo.

Estas instalaciones inclusive darían paso a las oficinas centrales del Secretario del Departamento y Seguridad Pública y otras relacionadas. 

Este COE se activará por tiempo definido, según las circunstancias, y en el peor de los casos (fuentes colapsadas por emergencia sísmica o ataque bélico), hasta el regreso a la normalidad.

¡Tiempo que pasa, verdad que huye!