El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) informó hoy de que ha abierto una investigación para localizar a un hombre que difundió una foto cargando una tortuga marina y bromeando sobre el hecho de que la había capturado y se la había comido.

"Es importante recordarle a la ciudadanía que todas la tortugas marinas están protegidas por las leyes federales y estatales, e inclusive por un tratado internacional, por lo que molestarlas o matarlas conlleva multas y/o años de cárcel dependiendo del tipo de delito", dijo ese organismo en un comunicado de prensa.

En ese sentido, recordó que "el carey, el tinglar y el peje blanco son especies en peligro de extinción" y que, aunque la "cacería furtiva" de tortugas marinas ha disminuido en los pasados años, todavía se dan casos en la isla.

La investigación se está llevando a cabo en coordinación el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Molestar, capturar, matar o vender carne de tortuga podría conllevar multas de hasta $25,000 o cinco años de cárcel.