Desde el pasado sábado, el Bosque San Patricio, en Guaynabo, cuenta con un área de conservación para la boa puertorriqueña, especie que fue declarada en peligro de extinción desde el 1970. Su gestor es un estudiante de Robinson School quien motivado por un artículo publicado en la prensa sobre la boa puertorriqueña, adoptó como proyecto personal la creación de un hábitat para esta especie. 

Desde el verano de 2016, el estudiante Víctor Aguilar Rodríguez se dio a la tarea de revisar literatura y buscar asesoría para desarrollar una propuesta dirigida a identificar el lugar idóneo para el hábitat, así como coauspiciadores para completar la tarea que deseaba realizar. El lugar identificado fue el Bosque San Patricio, espacio  que mantiene un acuerdo de comanejo con la comunidad del área. 

Aguilar inició una relación de colaboración con la bióloga Doreen Parés, directora del Bosque San Patricio. En el proceso, el joven ha logrado atraer la atención y apoyo de entidades y ciudadanos interesados en la conservación del medio ambiente, así como personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, que han colaborado estrechamente, en diversos componentes del proyecto.