Hola, ¿cómo están? Soy yo, El Sabelotodo… y estoy de vuelta.

Quienes me conocen saben  que yo lo sé todo; de ahí mi nombre. Y antes de que continúen el odioso refrán: “lo que no sabe, se lo inventa”, permítanme aclararles que no es así: lo que no sé, yo me fajo buscándolo hasta que lo encuentro. Así que si tienes alguna duda, pregúntame y aquí encontrarás la respuesta.

En el pasado, muchas personas temían siquiera acercarse a las cuevas de la sierra o Cuchilla de Pandura.

Cuentan que de su interior salían unos ruidos tan terribles que parecía que un demonio era dueño del lugar.

Ese “demonio de Puerto Rico” no era otro que el coquí guajón (Eleutherodactylus cooki). Visto por primera vez en 1932, este anfibio puede medir hasta 3 pulgadas y media de largo, convirtiéndolo en uno de los más grandes de la Isla. Su pigmentación puede ser marrón amarillenta o marrón oscura.

Viven entre enormes piedras que se conocen como guajonales y en sus grietas depositan una camada de 15 a 25 huevos, que son cuidados por el macho.

El coquí guajón fue puesto en la lista de especies en peligro de extinción en 1997 y, generalmente, podemos encontrarlo en los municipios de San Lorenzo, Patillas, Yabucoa, Humacao y Maunabo.

Sin embargo, la necesidad de otra vía de transportación para conectar a los municipios del sudeste amenazó con poner en peligro gran parte del hábitat del guajón. En 1998, el Departamento de Transportación y Obras Públicas y la Autoridad de Carreteras de Puerto Rico, presentaron una versión modificada de una idea propuesta por don Vicente Morales Lebrón en 1956. Ésta sugería la construcción de túneles que conectaran a los municipios a través de las montañas de la Cuchilla de Pandura, sin perturbar el hábitat de varias especies, en especial el de estecoquí.

Gracias a los esfuerzos de grupos ciudadanos y ambientalistas, la construcción de los túneles de la autopista del este (PR-53) comenzó en agosto de 2004 y ya podemos transitar por ellos.

Envía tus preguntas a radar@primerahora.com.