San Juan.- La Bahía Mosquito, situada en la pequeña isla de Vieques, frente a la costa este de Puerto Rico, ha registrado en las pasadas dos semanas una mejoría en su bioluminiscencia tras la merma sufrida en la luminosidad de esta atracción turística.

Así lo informó hoy en un comunicado de prensa la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen Guerrero, que señaló que se ha comprobado que en las últimas dos semanas una "mejoría constante en la bioluminiscencia".

Guerrero aseguró que la mejoría se debe a un plan activado a principios de abril pasado dirigido a identificar por métodos científicos las causas de la merma en la bioluminiscencia que se registraron en los pasados meses de enero y marzo.

Como parte de ese plan, el 2 de mayo se decretó una moratoria temporal de acceso al área de cuatro días a la semana con el fin de llevar a cabo las investigaciones.

"He determinado mantener vigente la moratoria parcial y continuar todo el análisis científico para establecer las políticas de manejo en esa reserva natural", indicó.

La moratoria temporal estará en vigor hasta el 2 de julio, periodo que se ha determinado necesario para concluir los hallazgos de las investigaciones científicas que se encuentran en etapa de análisis de resultados.

A los esfuerzos de investigación se unieron científicos del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico, el Fideicomiso de Conservación e Historia de Vieques, el Servicio Geológico de Estados Unidos y la Junta de Calidad Ambiental (JCA).

Guerrero explicó que en los últimos meses se habían documentado reducciones en los niveles de percepción de la bioluminiscencia de Vieques debido a la magnitud e intensidad de las marejadas, lo cual ha generado mucha preocupación en la ciudadanía y las empresas dependen de esos atractivos turísticos.

Los estudios de los científicos consisten en la toma de muestras de dinoflagelados, organismos unicelulares que forman parte del plancton (organismos microscópicos que viven suspendidos entre la superficie), la medición de la calidad del agua mediante análisis de temperatura, de oxígeno disuelto y salinidad (PH), entre otros.

La reducción en los niveles de percepción de la bioluminiscencia registrados en los últimos meses creó inquietud entre la población local, en gran parte debido al atractivo turístico de esta riqueza natural.

Un problema similar hizo saltar las alarmas el pasado mes de noviembre en Laguna Grande, en Fajardo, costa noreste de Puerto Rico, donde se registra el mismo fenómeno de bioluminiscencia.