El próximo 4 de agosto, la NASA realizará el lanzamiento de una de sus misiones más ambiciosas: enviará la Parker Solar Probe hasta nuestra estrella.

Se trata de una sonda que viajará hasta el Sol para estudiar la corona del astro y así entender de mejor manera su comportamiento. A dos meses del evento, la agencia espacial mostró el escudo que protegerá a la nave en su misión.

Con "dos paneles compuestos de carbono-carbono sobrecalentado que intercalan un núcleo de espuma de carbono ligero de 11.43 centímetros de grosor", se espera que la sonda sea capaz de "reflejar la mayor cantidad posible de energía del Sol".

Además de este nuevo escudo, que ya se encuentra instalado en la Parker Solar Probe, la cara de la aeronave que mirará hacia el astro del Sistema Solar será rociada con un "recubrimiento blanco especialmente formulado".

Esta tecnología permitirá a la sonda resistir temperaturas cercanas a los 1,370 grados Celsius (2,498 grados Fahrenheit), manteniendo una temperatura "relativamente cómoda de 29.4 grados (84.92)" en su interior.

La nave batirá un récord como la construcción humana que más cerca del Sol ha llegado, alcanzando una distancia de 6.4 millones de kilómetros, lo que es bastante cerca si se considera que el primer planeta de nuestro sistema estelar, Mercurio, se encuentra a 57.9 millones de kilómetros.

El nombre de esta aeronave se debe al astrofísico Eugene N. Parker, responsable de la teoría sobre las tormentas solares y diversos estudios sobre el Sol, quien estuvo presente durante la exposición del proyecto en mayo de 2017.

En la oportunidad, el entonces administrador de la NASA, Thomas Zurbuchen, detalló que es la primera vez que "se ha nombrado una sonda en honor a un científico que aún esté vivo", agregando que el gesto es una forma en que "estamos haciendo historia".