Un gigantesco plato de 209 pies  de diámetro tiene una nueva misión. Desde Nueva Gales de Sur, en Australia, el radiotelescopio Parkes destinará parte de su tiempo a escuchar a las estrellas más cercans a la Tierra. El objetivo es capturar cualquier señal que una civilización extraterrestre pudiera enviar.

Parkes se unió al radiotelescopio de 328 pies  Green Bank, en West Virginia, Estados Unidos, y al FAST, un plato de 1640 pies ubicado en China. Ellos conforman la armada de Breakthrough Listen, “el programa de investigación científica más grande realizado para encontrar evidencias de una civilización más allá de la Tierra”.

El programa -que tiene en su directiva al millonario ruso Yuri Milner, al físico Stephen Hawking y al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg- observará durante 10 años al millón de estrellas más cercanas a la Tierra. Para ello cuenta con un presupuesto de 100 millones de dólares.

Superpoder

“Comparado con los proyectos anteriores, Breakthrough Listen es cerca de mil veces más poderoso, va a observar un millón de estrellas más, cubrirá más porción de cielo, en más frecuencias y para más tipos de señales”, explica a El Mercurio Dan Werthimer, cofundador y jefe científico del Proyecto SETI@home y académico de la Universidad de California, Berkeley.

“Este proyecto vale la pena porque aunque es tremendamente ambicioso, financia intentos científicos serios para atacar preguntas y, además, puede resultar en avances tecnológicos interesantes”, opina Andrés Jordán, académico del Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica.

“Si la pregunta sobre si hay vida en otros planetas es la necesaria para que privados inviertan 100 millones de dólares, esta es bienvenida en la medida que se financien instrumentos y científicos que lleven a cabo programas rigurosos”, agrega.

Si bien el proyecto tiene el respaldo científico de renombrados como Stephen Hawking, del astrónomo Kip Thorne y de los premios Nobel James Watson y Steven Weinberg, entre otros, el financiamiento viene de la pareja de millonarios rusos Yuri y Julia Milner. Algo cada vez más frecuente en la aventura de sacar al hombre de la Tierra para explorar.

El mismo programa tiene otros 100 millones de dólares destinados a crear una nave no tripulada que pueda llegar hasta Alpha Centauri, la estrella más cercana. Algo que la tecnología de hoy no puede hacer.

Para ambos proyectos, el mayor desafío es la vastedad que los separa de sus objetivos. “La pregunta de si hay otras civilizaciones es ciertamente razonable e interesante, pero difícil de abordar, dadas las distancias a otros sistemas estelares”, asegura Andrés Jordán. Sin embargo, agrega, el Breakthrough Listen utiliza una forma bastante estándar y establecida de tratar de detectar emisiones de radio u ópticas de otras civilizaciones.

No sabemos hacia dónde apuntar los telescopios o en qué frecuencias es mejor buscar, agrega Dan Werthimer. “Los terrícolas recién estamos aprendiendo sobre cómo comunicarnos con otras civilizaciones, nos puede tomar otros cien o mil años lograrlo”, dice.

Pero si tanto vale el esfuerzo y otros ya han fracasado en el intento, ¿por qué seguir? “Si encontramos que no estamos solos podremos integrarnos a las comunicaciones de la galaxia, aprender de civilizaciones que están miles de millones de años más adelante que nosotros y de cómo ellos lograron superar los años de sus propios Donald Trump”, asegura. Pero si nos damos cuenta de que estamos solos, “significa que tenemos que tener muchísimo más cuidado con la vida y con este planeta”, aclara Werthimer.