Abundan las personas que aseguran tener habilidades psíquicas. Muchas insisten en que pueden adivinar tu futuro o protegerte de algún mal. Pero, ¿están dispuestas a probarlo?

La médium Vicki Monroe, quien reside en Virginia (Estados Unidos), asegura que puede hablar con los muertos. Para demostrarlo, accedió a realizar una consulta a la persona que nosotros seleccionáramos –sin su intervención en la decisión-. No le revelaríamos el nombre hasta el momento de la sesión.

La persona escogida fue Alejandra Jover Tovar, quien, previo al “reading”, nos aseguró desconocer quién era Monroe. De hecho, para no “contaminar” su mente con ideas o expectativas sobre la psíquica, optamos por no comunicarle trasfondo alguno sobre ella, fuera de que aseguraba hablar con los espíritus de seres fallecidos.

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Para la sesión, contactamos vía Skype a Monroe. Una vez logramos la conexión, Alejandra quedó a solas por media hora con la psíquica. A continuación, una muestra de su experiencia.

El después…

Una vez terminó la sesión y nos acercamos a Jover Tovar, su rostro marcado por el llanto mostraba cuánta impresión le había provocado la experiencia.

¿Cuán acertada fue la médium?

“Fue intenso. Demasiado intenso. Nombres, personas, instancias, cosas que nadie tiene por qué saber más que yo”.

¿Qué fue lo que más emotivo?

“Hablar con mi mamá, a quien perdí por cáncer a los 18 años. Ver cómo interactuaba con ella… que me dijera que estaba siempre conmigo. Eso me conmovió mucho. Que la viera joven, como yo la vi tantas veces en fotos. Que me hablara de la caja de música que me regaló cuando cumplí 15 años. Que me dijera que extrañaba el café, que le encantaba. Que me dijera que tocaba el piano… en realidad era el órgano, pero es prácticamente lo mismo. Que me dijera que estaba bien. Habló con mis abuelas, habló de mis sobrinos, mis hermanos… cosas que no tenía por qué saber. Me impresioné mucho”.

¿Repetirías la experiencia de una consulta?

“Indudablemente. Vicki me habló de cosas que nadie más sabe. Me contó anécdotas que ni mi círculo más íntimo conoce. Media hora tuvo que ser resumida en pocos minutos, pero la intensa experiencia me la llevo, muy adentro, y lo digo sin pudor: creo. Definitivamente creo”.