Un bebé manatí rescatado esta mañana lucha por su vida en el Centro de Conservación de Manatíes en la Universidad Interamericana.

El pequeño manatí fue rescatado en el área de la Bahía de San Juan por Nilda Jiménez, bióloga del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), luego que empleados del muelle ABC de la Autoridad de Puertos, entre San Juan y Guaynabo alertaran de la presencia del sirénido. El mamífero marino había sido visto desde el viernes, pero no fue hasta hoy martes que se alertó para llevar a cabo el rescate.

El bebé manatí llegó al Centro de Conservación de Manatíes en un estado de salud delicado. Según la información provista por los científicos, está desnutrido, delgado y deshidratado. Además tiene varios golpes, incluyendo dos en la cabeza y el costado que los expertos creen pudo haber sufrido mientras flotaba cerca de los muelles. También tiene cortaduras que se atribuyen a las ballocas o caracolillos en los muelles.

Los expertos calcularon que se trata de un recién nacido de apenas una semana de vida. El cálculo se basa en la forma aun curva de su cola y al hecho que tiene todavía parte de su cordón umbilical adherido. El bebé manatí pesa 67 libras y mide 4 pies y medio de largo.

En el Centro ya le administraron antibióticos y electrolitos, y mantendrán personas con él las 24 horas por las próximas semanas. En una señal positiva, el pequeño estaba bebiendo por su cuenta, a pesar que luce fatigado.

Según reportó el doctor Antonio Mignucci, director del Centro y profesor del Recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana, “aunque el pequeño manatí está en estado crítico, está respondiendo bien a los cuidados”. Estimó sus posibilidades de sobrevivir en un 30 por ciento.

El Centro de Conservación de Manatíes aprovechó para recordar a la población que debe alertar de cualquier avistamiento de un manatí herido, huérfano o en peligro a oficiales del DRNA en el teléfono (787)-724-5700.

El manatí es una especie protegida, considerado en peligro de extinción. Aunque no tiene enemigos naturales, sí está amenazado por la contaminación, la pérdida de hábitats y por los golpes de embarcaciones, particularmente las que van a gran velocidad. Existen leyes y reglamentos que protegen al manatí y cualquier acción que pueda causarles daño puede ser penalizada con multas o incluso sanciones más severas como la prisión.