En la Isla continúan vendiéndose animales exóticos ilegales a través de las redes, aún cuando hay una ley (la 241 de Vida Silvestre) que lo prohíbe. También hay otra estatuto (223) que no permite la venta de animales ilegales por clasificados y un reglamento (6765) que enlista las especies legales en el país.

Además de ser multados, los que violen la ley podrían enfrentar cárcel porque es un delito grave.

Ángel E. Atienza, director de la Unidad de Vida Silvestre del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) confirma que cada vez llegan más de estas especies al país.

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“Continúan llegando. A la gente uno le explica, hace programas, los orienta y siguen llegando animales exóticos por el correo. Siguen llegando por carga. Lamentablemente es un negocio lucrativo. La gente le importa poco que los multen y siguen llegando, y nosotros los seguimos cogiendo”, alertó. 

¿Qué es lo más que llega?

“Animales pequeños como culebras, invertebrados como escorpiones, tarántulas, alacranes; anfibios, ranas, animales pequeños, de pecera”, sostuvo.

El funcionario mencionó que la “la realidad es que la gente compra estas especies para tenerlas en peceras; animales raros que son venenosos. La verdad (que las tienen) para estatus. Para decir entre la gente, ‘ah, yo tengo esto’; para eso, para aparentar, hasta que lo muerdan y solo cuando lo muerdan se le quita (las ganas de tenerlo)”, sentenció.

Atienza aceptó que “algunas de estas llegan por correo pero la entrada casi oficial y mayor es por las compañías de cargas privadas, como FedEx, UPS y todas esas compañías. Aquí no hay control; y cuando le digo que no hay control le estoy diciendo literalmente que no hay control”.

En el correo regular “no es tan fácil (intervenir) porque necesitan permisos para poder abrirlo (los paquetes)”, pero se hace. 

El biólogo Alberto Puente coincidió con Atienza en que este “es un negocio lucrativo para la gente que practica el supuesto hobby; porque ellos lo llaman hobby. Es un negocio que se mueve y hay mucha gente con mucho poder adquisitivo detrás de esto. Eso se ve mucho en el bajo mundo, animales que le gustan tener los dueños de puntos por estatus”, dijo el doctor. 

También sostuvo que la mayoría de las especies entran por compañías como FedEx. “Llegan bien fácil. Hay otras gentes que los traen directamente, que viajan a los expo y los traen en las maletas; los envuelven en medias…”.

Fue precisamente Puente, quien junto a estudiantes de Biología del recinto universitario de Mayagüez analizaron el tráfico ilegal de animales exóticos a través de la Internet, donde encontraron que “tenemos un total de 35 especies no permitidas que se están mercadeando libremente en el país”.

Esto incluyó, según dijo, solo el análisis de un portal de clasificados por Internet, desde octubre del 2015 a mayo del 2016 y, luego, desde febrero del 2017 a mayo del 2017; y algunas páginas en Facebook, de febrero hasta abril de este año.

De los 846 anuncios evaluados y enfocados en reptiles, 190 incluían especies ilegales. De esos, había 50 de serpientes que son las más que se están mercadeando (incluyendo 9 especies ilegales); 90 anuncios eran de lagartos (se están vendiendo 18 especies de lagartos que son ilegales; y 50 eran de tortugas (se están vendiendo 8 especies que no son permitidas en el país). 

¿Esa cantidad de anuncios de animales ilegales le sorprende?

¡Claro! Con que haya uno es más que sorpresa. 

El análisis de datos en las páginas de Facebook fue más complejo porque estás comunidades son más cerradas. Cuando los traficantes de animales se dan cuenta que los están monitoreando en algunas sitios de Internet, emigran a otras plafatormas, sostuvo.

Como parte de la investigación, el doctor Puente identificó que una misma persona puede tener hasta cinco números de celulares distintos para realizar sus ventas. A veces usan seudónimos.

Atienza, dijo por su parte, que muchos ponen número de teléfonos y direcciones falsas y en ocasiones la comunicación se da por correo electrónico. 

“Son muchos los trucos que usan porque saben que es ilegal lo que están haciendo”, sostuvo Atienza al argumentar que actualmente en los cargamentos no están llegando, por ejemplo, la boa constrictor porque los vendedores “saben que es más fácil ir a Mayagüez a comprarla. Entonces, esa misma persona, ese irresponsable que va a Mayagüez, compra un montón porque son baratas y las venden en el área metropolitana. Estos son los responsables de que se estén dispersando por la isla”, sentenció.

La venta de estas especies, según el biólogo Puente, también se dan en ‘expos’, donde asiste el que tiene animales legales como el que los tiene ilegales.

Ahí, algunos podrían vender animales ilegales que están criando en la Isla, indicó.

En cuanto a los costos, estos varían. “Por ejemplo, hubo un lagarto en uno de los anuncios que costaba $1,000 y pico de dólares. Pero también puedo comprar un caimán por $20 en Internet, dependiendo de la especie”. 

Además, “hace poco postearon anuncios vendiendo boas de Puerto Rico y esta es una especie en peligro de extinción”, alertó el profesor del recinto universitario de Mayagüez.

Aceptó que está aumentando la diversidad de especies que están a la venta. “Estaba viendo un lagarto, un agama, que no lo había visto aquí. Ahora también están empezando a verse con más frecuencia los pitones verdes (green python) que pueden medir hasta de cuatro a seis pies de largo”, dijo el profesor universitario.

En referencia a la pitón reticulada, explicó que esta es la más grande del mundo. La mayoría de los especímenes, cuanto adultos, miden entre 22 a 26 pies y pesan de 200 a 250 libras. La longitud máxima de la especie es de un poco más de 33 pies. Esta es “una de las pocas especies que se ha documentado comiendo humanos”, dijo.

También el biólogo informó de la presencia en Puerto Rico de la pitón burmes, que puede medir entre 16 a 23 pies y pesar hasta 200 libras.

De otro lado, Atienza informó que cuando reciben una llamada que alerta sobre una especie ilegal, ellos intervienen con la persona que lo busca en el correo, por ejemplo. “Generalmente la gente dice ‘no, esto no es mío”, dijo. 

Recordó que hace poco le pasó con una tortuga que llegó por correo en el área de Guayama.

“Cuando la muchacha llegó (a buscar el paquete), en la caja había petardos, tortugas, y la muchacha dijo ‘eso no es mío, eso es equivocado’; ¿pero ese es su nombre y esa es su dirección? ‘Sí, pero no es mío; alguien estuvo ahí y no fui yo’, explicó Atienza que se se llevó la tortuga.

Atienza exhortó a la ciudadanía a que si conoce a un vecino o a cualquier ciudadano que tiene animales ilegales, peligrosos, gatos grandes, culebras grandes, cualquier animal que pueda representar peligro, que llame confidencialmente a los números 787-724-5500 o al 787-230-5550.