Los desechos tóxicos emitidos en Puerto Rico se han reducido en un 87% en 29 años, según reveló el Perfil de Emisiones Tóxicas realizado por el Instituto de Estadísticas.

Para el 2016 –último año analizado- unas 101 instalaciones manejaron un total de 33,165,925 libras de sustancias tóxicas. De estas, 17,836,676 libras (54%) fueron recicladas.

De acuerdo con el informe, la cantidad emitida en 2016 representa unas 4,330,512 libras (13%) menos que en el 2015, y 87% menos que en 1987.

El Instituto de Estadística lanzó una plataforma en línea en la que puedes ver las emisiones tóxicas que se emiten cerca de tu comunidad

Portal de emisiones tóxicas del Instituto de Estadística. (Captura de pantalla)
Portal de emisiones tóxicas del Instituto de Estadística. (Captura de pantalla)

El Perfil de Emisiones Tóxicas de Puerto Rico, el primero de su tipo que realiza el Instituto, resume los datos que provienen del Inventario de Emisiones Tóxicas (TRI, en inglés) que la U.S. Environmental Protection Agency (EPA) publica anualmente desde 1987. Tiene como propósito dar a conocer qué residuos tóxicos emiten los establecimientos en Puerto Rico a fines de ayudar al público a entender cómo sus comunidades y entornos pueden verse afectados.

El informe detalla que las 101 instalaciones que le informaron sus datos al TRI durante el 2016, cubren un total de 43 municipios y, en su mayoría, se encuentran cercanas a las zonas costeras.

Los municipios de Guaynabo, Manatí y San Juan cuentan con el mayor número de instalaciones participantes del TRI en el 2016. No obstante, si se agrupan los municipios por cantidad de emisiones tóxicas, Guayama, Salinas y Manatí ocupan los primeros tres lugares.

Otro de los hallazgos contenidos en el estudio es que, del total de desechos tóxicos emitidos, el 81% fue emitido dentro de las instalaciones. De este, el 98% fue emitido al aire.

Del total de desechos tóxicos emitidos dentro de las instalaciones, cerca de una tercera parte correspondió al ácido sulfúrico, el 100% de las cuales provino del sector industrial de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.

El TRI surgió de la necesidad de que las comunidades conozcan cuáles son los residuos tóxicos que están siendo manejados a su alrededor, y de qué manera se dispone de ellos, de modo que las personas puedan prepararse en caso de una emergencia ambiental.

La información proviene de estimaciones que realizan las propias instalaciones en base a la producción. Son reportadas por medio de un formulario anual que conduce la EPA.

Es importante aclarar que los datos presentados no contienen la totalidad de los residuos tóxicos manejados, ni todas las instalaciones que manejaron dichos desechos en Puerto Rico durante el 2016.

Y es que el TRI solo les requiere información a aquellas instalaciones que cumplen con tres criterios principales: contar con al menos 10 empleados a tiempo completo; ser instalaciones federales, o clasificadas bajo alguno de los sectores industriales a los que el TRI les requiere reportar; y ser sectores manufactureros que manejen sobre 25,000 libras de alguna de las sustancias sobre las que el TRI requiere informar datos y, de pertenecer a un sector no-manufacturero, debe sobrepasar las 10,000 libras.

La ley federal que crea el TRI, la Environmental Planning and Community Right to Know Act (EPCRA), aprobada en 1986, representó un cambio de paradigma en la reglamentación ambiental, de uno de tipo fin de ciclo (end-of-pipe), cuyo enfoque radica en remediar la producción de contaminantes, a uno de datos abiertos, en donde se le brinda al público las herramientas para presionar a las compañías a que reduzcan sus emisiones.