Los Ángeles.- Es la versión marciana de las vacaciones de Semana Santa: las sondas Curiosity y Opportunity, junto con las naves que sobrevuelan el planeta rojo, tendrán poco quehacer este mes debido a la interferencia del Sol.

Durante gran parte de abril, el Sol bloquea la visibilidad entre la Tierra y Marte. Esta alineación espacial —conocida como conjunción solar de Marte— les dificulta a los ingenieros enviar instrucciones o tener noticias de la flotilla en órbita y en la superficie.

Ese tipo de apagones en la comunicación ocurren cada dos años cuando el planeta rojo desaparece detrás de la estrella del Sistema Solar. No se envían nuevas órdenes desde la Tierra, ya que las erupciones solares y las partículas cargadas que arroja el Sol pueden alterar las señales de transmisión y poner en peligro a las naves espaciales.

Los equipos que coordinan las misiones se prepararon programando de antemano a las sondas para que realicen actividades durante varias semanas, aunque en menor cantidad que lo usual.

"Están operando por su cuenta", dijo Rich Zurek, principal científico sobre Marte en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

Los vehículos rodantes tienen prohibido desplazarse. En lugar de ello toman una vacación inmóvil y estudian lo que les rodea. Las naves Mars Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter, que orbitan el planeta, continúan escuchando lo que transmiten los vehículos en la superficie y hacen sus propias observaciones, pero prácticamente ya no transmiten información a la Tierra hasta que la visibilidad entre ambos planetas queda restablecida.

El Opportunity, el Odyssey, el Mars Reconnaissance y el Mars Express, este último perteneciente a la Agencia Espacial Europea, han sobrevivido a períodos previos de restricción en las comunicaciones. Es la primera vez que le pasa al Curiosity, el cual se posó sobre el ecuador marciano el año pasado en busca de componentes químicos de posibles organismos vivos.

A partir del jueves y hasta el 1 de mayo, el Curiosity sólo puede verificar el clima cada hora, medir la radiación y buscar indicios de agua debajo de la superficie desértica. Son tareas limitadas para el vehículo de seis ruedas, acostumbrado a desplazarse, taladrar y lanzar su rayo láser a las rocas.