El león Cecil
“Salir con un arma a matar vida por el simple propósito de generar adrenalina y divertirnos no esta bien, no ha estado bien. Aún siendo legal en algunas de sus manifestaciones, es una práctica cruel y poco civilizada”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
PUBLICIDAD
Un desconocido dentista estadounidense de apellido Palmer jamás pensó que saltaría a la fama, o mejor dicho a la infamia tras su último día de caza en la Sabana Africana.
Me lo imagino ese día, armado hasta los dientes y vistiendo algún uniforme especial, seguramente de camuflaje. Al ver al león Cecil, el más grande y hermoso de todos, tiene que haber quedado prendado con su belleza como pasaba con todo el que lo veía. Era el más bello y distinguidos de todos, el hijo predilecto de la Sabana Africana.
Pero este caballero en vez de disfrutar observando al animal en su entorno natural optó por quitarle la vida. Sin ser amenazado por el león ni su vida correr peligro, lo entrampó cobardemente para hacerlo blanco fácil de sus flechas. Luego de herirlo lo persiguió por dos días para rematarlo y córtarle su cabeza, la cual llevaría luego a su casa como “trofeo”.
Para guardar aquel recuerdo debe haber posado en actitud triunfal para la típica foto. Por eso pagó $50,000.
Qué barbaridad, una desgraciada foto que en vez de orgullo debería darle vergüenza. No se trata ni quiera de un duelo entre iguales en iguales condiciones, si no mas bien de un asesinato por asecho. Estoy segura que sin el arco en la mano el encuentro entre Cecil y el cazador hubiera terminado con los calzones del segundo echados a perder.
¿Cómo darle muerte de forma viciosa a un animal puede entretener y darle placer a un ser humano? Lo peor de todo es que esto no es un caso aislado, la caza de animales por entretenimiento existe hace mucho tiempo y es una actividad más amplia de lo que personalmente quisiera.
La muerte de Cecil ha levantando una ola de indignación internacional a la cual quiero unirme en esta columna. Debe servir la ocasión para que los países repasen todo lo relacionado a la caza de animales como entretenimiento y diversión. Habla muy mal de la humanidad que todavía permitamos estas prácticas.
Debemos valorar la vida en su definición amplia no solo cuando lleve el apellido de humana. Salir con un arma a matar vida por el simple propósito de generar adrenalina y divertirnos no esta bien, no ha estado bien. Aún siendo legal en algunas de sus manifestaciones, es una práctica cruel y poco civilizada. Así lo creo de la caza indiscriminada de animales y de otras manifestaciones de violencia contra los animales.
La flecha que mató a Cecil debería ser la última que se utilice para la matanza viciosa de animales. No será así, lamentablemente. Pero al menos el debate está activo y de seguro permitirá adelantos importantes.
Posee un bachillerato en relaciones laborales de la UPR, Río Piedras y una maestría en administración de empresas de la Universidad del Turabo. Comenzó a destacarse a principios del 2000 como comediante y animadora de radio y televisión. Desarrolló una sólida carrera como presentadora en programas tales como "Pa' que te lo goces", "Anda pa'l cará" y "Dando candela". En el 2014, comenzó su propio programa de TV, "Alexandra de noche" y al presente conduce "Alexandra a las 12". En 2017 incursionó al teatro con su stand up comedy "La casi casi primera dama", reconocido como uno de los más exitosos de todos los tiempos al vender más de 50,000 boletos en sobre 50 funciones. Se ha destacado además, como productora de teatro. Alexandra está casada con el Dr. David Bernier, excandidato a la gobernación de Puerto Rico, y es madre de Adrián y Miranda.
Sin maquillaje
La actriz y presentadora comparte varias de sus experiencias como madre, comunicadora y promotora de la cultura.