El pasado sábado participé de un cumpleaños muy especial.

Celebrábamos el primer año de vida de una persona muy querida por mi familia. En las fotos que compartimos los amigos de aquella actividad se podía notar que el bizcocho tenía solo una velita, en vez de payasos y piñatas, lo que había era una banda de rock, picadera, cervecitas y todo lo típico de una “party del sorullo”.

Pues lo singular de esta celebración es que quien cumplió un añito de edad fue un adulto, no un niño. Así como lo leen.

Resulta que 12 meses atrás el cumpleañero sufrió un inesperado infarto al corazón que casi le cuesta la vida. Gracias a Dios se ha recuperado y desde ese momento vive como si hubiera vuelto a nacer. Por eso el sábado le sobraban razones para celebrar y sus amigos le organizamos lo que llamamos “El  party del sobreviviente”, que en esencia era un cumpleaños, el primer cumpleaños de su nueva vida.

Y bien que es una nueva vida.

Se trata de una persona trabajadora y de muchos valores que ahora añadió a su estilo de vida el ejercicio y la buena alimentación. La barriguita que lucía un año atrás desapareció y aunque no fue sustituida por un six pack de abdominales, el cambio se hace evidente.

La actitud y entusiasmo con la vida del cumpleañero es contagiosa, además  es la correcta. A todos de alguna forma nos tocará enfrentar alguna situación difícil, no sabemos cuál, pero así está construida la vida.

No todas las mañanas saldrá el sol, habrá momentos brumosos, difíciles, téngalo por seguro. En ocasiones cosas que usted no controla que simplemente llegan. Tenemos que prepararnos  para esos momentos, asegurarnos de poner la actitud correcta para enfrentarlos y superarlos. Nada ganamos  con el reproche ni cuestionando “por qué a nosotros”.

En ocasiones las cosas simplemente ocurren y tenemos que enfrentarlas con la convicción de que la prueba nos hará más fuertes y mejores seres humanos. Hacernos acompañar de gente buena, pero sobre todo de nuestra familia, quienes serán nuestro apoyo siempre, en las buenas y en las malas.

Todo esto nos los enseña con su ejemplo aquel cumpleañero, quien en agradecimiento por la nueva oportunidad de vida que Dios le ha dado ha decidido tener una nueva fecha de cumpleaños.

Además de una buena excusa para reunirse con sus panas y familiares,  este nuevo cumpleaños le recuerda la fragilidad de la vida y la importancia  de vivir intensamente, con alegría y de la forma correcta, siempre. Tomemos nota y apliquémoslo.

No acostumbro a mencionar los nombres de personas en mis escritos, pero aquí voy a tomar excepción en homenaje a uno de los mejores seres humanos que he conocido, José Radames Santos.

¡Feliz cumpleaños y que cumplas muchos más!