En la vida no hay nada escrito. Ese es su gran misterio, por eso vivir es tan complejo y a la vez interesante.

De eso puede dar fe Elwood Cruz, uno de los conductores de televisión más queridos en el País, quien sorpresivamente ha sido perjudicado por una distonía de tensión muscular que lastimó su voz, su principal instrumento de trabajo por los pasados 32 años.

Elwood define su situación como un “huracán María personal” que le ha requerido poner todo su empeño y esfuerzo para lograr recuperarse.

Como la mayoría del País ha tenido que hacer después de María, a Elwood le ha tocado hacer ajustes importantes en su vida. Entre ellos, ahora trabajará más con sus manos que con su voz, el proceso creativo de transmitir sus pensamientos y sentimientos con el público.

Su nuevo espacio como columnista aquí, en Primera Hora, será sin lugar a duda un bálsamo para miles de lectores.

Podemos esperar en sus columnas, el mismo estilo que caracterizó su paso por la televisión y la radio donde para hacer las preguntas correctas, no tenía que ofender.

Elwood tiene la capacidad de ser incisivo en sus entrevistas sin gritar ni hacer gestos que puedan incomodar al invitado. Lo hace con mucha naturalidad porque es así de verdad, un hombre justo y de buen corazón. No tiene que fingirlo. Además, tiene un humor muy especial que también se lo reconozco a Jorge Rivera Nieves y a Normando Valentin, hombres serios en su proyección profesional que de vez en cuando se sueltan el nudo de la corbata para provocar carcajadas entre la audiencia.

Es por esto por lo que su nueva función como columnista está creando tanta expectativa, pues nos hacía falta. Habiéndolo escuchado durante tanto tiempo, será inevitable no imaginar su voz mientras leemos sus columnas, disfrutando el lector la experiencia al máximo. Reconforta saber, como adelantó Elwood en una entrevista, que utilizará el espacio para resaltar “el lado lindo” de los puertorriqueños.

En esa definición Elwood incluye las bellezas naturales del País y la gente de carne y hueso cuyos talentos y aportaciones entienda que merecen ser resaltadas. Claro, como era de esperarse por su formación, emitirá de vez en cuando opiniones sobre temas de interés público. 

La gente buena merece que le pasen cosas buenas. Dentro de la adversidad que supone esta etapa de la vida de Elwood, es una gran noticia saber que seguirá comunicándose con su público.

Entre ese público me incluyo, pues no dejaré de leer ninguna sus columnas. 

¡Bienvenido Elwood!