El especial del Banco Popular se ha convertido en una tradición. Ya sea para disfrutarlo en familia o para criticarlo en las redes, todo el mundo separa un ratito para verlo. 

Me alegra mucho que, a pesar de las circunstancias, hayan continuado con el proyecto pues al País le hacía mucha falta.

Tenemos que tratar de celebrar y alegrar estas navidades como sea. Aunque sea de forma diferente. Como dice el coro de la canción que sirvió de cierre para el especial del Banco Popular, los boricuas “tenemos el truco pa’ seguir sonriendo”.

El truco no puede ser tapar el cielo con la mano y no reconocer lo difícil de los tiempos. La enajenación no puede ser alternativa.

El truco es reconocer que hay cosas que están fuera de nuestro control y no podemos invertir tiempo, entusiasmo y energía lamentándonos por ella. 

Esa fuerza la necesitamos para meterle mano a lo que si podemos resolver. A los ajustes que tenemos que hacer en el trabajo para lograr buenos resultados en un escenario tan complejo.

Esa fuerza la necesitamos para ayudar a nuestras familias con sus problemas, pues luego de María los retos familiares se han multiplicado. 

Tenemos que mantenernos informados sobre cómo anda el mundo y el País, por eso es importante estar pendiente a las noticias. 

Sin embargo, de no balancear la carga con un poco de entretenimiento y esparcimiento, terminaremos abrumados.

Conviene alternar la programación diurna de radio entre noticias y música, en ese orden, para que lo último que escuches antes de comenzar a trabajar sea un corito navideño de José Nogueras o los Sanabria, no un titular noticioso.

El truco será, además, celebrar sin excesos, ajustar la celebración a la realidad económica de cada familia para luego no estar lamentándonos. Más fiestas del “sorullo”, que los boricuas hemos creado para repartir los gastos y la alegría.

He visto comunidades colocando adornos y bombillitas sobre escombros y postes doblados, en señal de buena actitud y disposición a celebrar de la forma que sea. No podemos olvidar a quienes se han tenido que ir, esos también necesitan celebrar.

Aunque el boricua lleva siempre consigo “el truco” y se las ingenia para crear un espacio que le recuerde a su Isla, disfrutan muchísimo esa parranda telefónica. Bueno, las navidades comenzaron.

El domingo repasé con la familia las actividades y ya estoy llenando el calendario. El viejo ya me informó que no faltará la lágrima de monte, tampoco el ñame y los chicharrones.

Así que la fiesta en Cidra está cogiendo forma. Allí seré la anfitriona, pero en otras me toca el cachete. Así debe ser. Alternarnos entre amigos y familiares para repartir la carga, eso es parte del truco.

Mis queridos amigos y amigas, la Navidad comenzó.

Busquemos hasta que encontremos un espacio para pasarla bien sin que falten los momentos de reflexión que resultan tan necesarios.

“El truco será, además, celebrar sin excesos, ajustar la celebración a la realidad económica de cada familia para luego no estar lamentándonos”