Pensé que el titular era una metáfora para describir cuan intensa fue la emoción de los mexicanos al saber que su equipo había tomado la delantera en el partido contra el campeón defensor Alemania, pero no.

La tierra literalmente tembló en México en el momento en que el jugador Hirving Lozano metió el golazo que finalmente le dio la victoria.

La prensa reportó que “se activaron dos sensores sísmicos en la capital mexicana, ciudad que tiene una población de 9 millones de personas”.

Yo que no sé mucho, por no decir nada, de fútbol y no soy mexicana me emocioné con ese gol, no me quiero imaginar lo que vivieron en México.

Hace unas semanas publiqué en mis redes sociales una imagen donde en forma de broma aplaudía por el fin de la temporada del baloncesto de la NBA, anticipando que ahora las parejas tendrían más tiempo para darse cariño.

Muchas mujeres se unieron a mi celebración, pero muchas otras advirtieron que por ahí venía el mundial de fútbol y que sería peor, en el buen sentido de la palabra.

¡Cuánta razón! Es increíble la pasión que genera el fútbol en todas partes del mundo, incluyendo a Puerto Rico.

Aunque somos más de béisbol y baloncesto, no podemos resistirnos a la magia y los encantos del fútbol.

Mucha gente, incluyéndome, no entienden las reglas bien y sólo conocen a Ronaldo, Piqué y Messi, pero hemos aprendido a disfrutarlo.

Es cuestión de invitar buenos amigos a tu casa, poner a enfriar unas cervecitas, preparar una picadera y esperar que los presentes empiecen como locos a gritar ¡Goooool....!, entonces tú te unes gritando y ves la repetición. Esa es mi fórmula y me está funcionando muy bien.

Poco a poco me he convertido en una amante de los deportes. No me ha quedado de otra, me casé con alguien que lo lleva en la sangre. Así que en solidaridad con él y por el bien de nuestro matrimonio he ido aprendiendo poco a poco.

Sin dudas el deporte es una de las mejores actividades que el ser humano se ha inventado. Ayuda a formar física y mentalmente a las personas, además, de ser una extraordinaria alternativa de esparcimiento y entretenimiento.

Como hice para la final de la NBA, durante el mundial de fútbol en vez de nadar en contra de la corriente, la usaré a mi favor.

En casa yo soy la coordinadora de los “jangueos” para ver los juegos. Ya llené el calendario. Había escogido a Argentina como equipo favorito, después me gustaba Colombia, pero ahora me cambie con México, así soy.

Estaré en casa tranquilita con marido y otros invitados esperando que la gente grite ¡Goooool!, para unirme al coro con entusiasmo. 

¡A disfrutar la vida!