El regreso a la escuela, ‘Back to school’, está tocando a la puerta.

Se les acabó el break a los muchachos y también a quienes los vestimos, desayunamos, llevamos a la escuela y nos sentamos en las tardes con ellos a hacer las asignaciones. Es la rutina a la que nos comprometemos quienes vemos en la formación de nuestros hijos la más importante causa de vida.

Siempre fue muy emocionante el primer día de clases. Todavía recuerdo las mariposas en el estómago, pendientes a ver con cuáles maestros y compañeras nos tocaba.

Cuando comenzábamos en séptimo y segundo año, nos bautizaban como “prepas” y teníamos que estar preparadas para bailar “la pelúa” en cada esquina: ‘pelúa por aquí, pelúa por allá…’ Los varones la pasaban más difícil porque al finalizar su baile les tocaba la “piña loca”.

Era el único día que dejaba la ropa preparada con anticipación. A mami se le hizo difícil, pues éramos cuatro en casa en edad escolar. Ella, con el poco dinero que tenía, hacía las compras de regreso a clases para todos a la vez. Sacaba el día completo para ir tienda por tienda por la calle Gautier Benítez en Caguas buscando los mejores especiales. En estos tiempos hubiera esperado a los días sin IVU, obviamente, para estirar el peso al máximo.

Compraba la tela cuadriculada por yardas en El Telar y poco a poco en su máquina de coser preparaba los uniformes míos y los de mis hermanas, siempre más largos los “jumpers” de lo que todas hubiéramos querido. Como esa tela poliester no muere, dejaba mucho ruedo por si el próximo año había que bajarle una pulgadita más. Año tras año se las arreglaba para llegar a casa con todo lo que hacía falta. No siempre eran las marcas que esperábamos, pero sí lo adecuado para ir contentos a clases.

No era poca cosa, se trataba de preparar bien, lo mejor posible, a sus hijos para el comienzo de clases.

Independiente de cuanto dinero tengamos en la cartera, resulta fundamental priorizar las compras escolares por encima de cualquier otro gasto personal, sobre todo, si es de lujo o placer.

El amplio mercado enfocado en el ‘Back to school’ nos presenta ofertas de precio en todos los niveles. Ahora tenemos que tomarnos el tiempo para buscar bien. Está también -y nunca se debe descartar- la alternativa de adquirir artículos usados en buenas condiciones. Además, artículos como zapatos, bultos y otros que si están bien cuidados y en talla podrían repetirse, siempre que los niños se sientan cómodos.

En resumen, debemos tratar que los niños regresen a la escuela contentos, entusiasmados y que ninguna inquietud ajena al escenario escolar les preocupe o desanime.