Hoy llegaré un poquito más tarde de lo acostumbrado a Telemundo, pues no será necesario pararme en el área de maquillaje. 

Estaremos presentando un programa especial de “Alexandra de Noche” en el que todas las invitadas y esta su anfitriona nos presentaremos con el rostro al natural: nada de base, concealer, pestañas, ni otros truquitos, totalmente sin maquillaje. 

Querendonas de la televisión y mujeres de la política serán las valientes de esta noche. Se trata de presentarnos en cámara tal y como somos para que la gente se divierta, pero además para crear una atmósfera de diálogo abierto que le permita a la audiencia conocernos un poquito mejor. Más allá de lo que se ve en cámara, al quitarnos el maquillaje somos también madres, esposas, amas de casa, mujeres comunes y corrientes con alegrías, penas y sueños inconclusos.

Si bien las luces, el escenario y sobre todo ahora la tecnología ‘high definition’ hacen del maquillaje que nos cubre las imperfecciones un instrumento importante en nuestro trabajo, este no puede convertirse en una armadura que nos impida proyectarnos  como somos, al natural. 

Tenemos que estar pendientes y muy conscientes, pues en la vida, al igual que en la televisión, lo glamuroso y materialmente espléndido puede nublar el entendimiento,  llevándonos a confundir lo que verdaderamente es importante. 

Las cosas primordiales se sienten en el corazón, no hay duda sobre ellas y ni el maquillaje ni cualquier otra cosa material debe alejarnos de las mismas. 

Por ejemplo, no dejar de expresar amor con un beso porque las bembas estén recién pintadas de colora’o o de abrazar a quien nos plazca aunque se nos estruje la blusa. Mucho menos  llorar cuando el corazón mande, sin importar que las lágrimas pintadas de negro echen a perder el maquillaje. 

Nada material vale tanto como para llevarnos a inhibir emociones y sentimientos, que en última instancia es de lo que se trata la felicidad. 

El esfuerzo por complacer a los demás tiene que tener límites, incluso entre quienes nos ganamos la vida en el mundo del entretenimiento. No puedes alejarte de tu esencia ni presumir  ser quien no eres para agradar a los demás a costa de tu felicidad, porque al final no lograrás ni una cosa ni la otra. 

Tampoco nos confundamos: no se trata de dejar de hacernos nuestros arreglitos, hay que siempre tratar de estar lo mejor puesta posible, pero conscientes de que el maquillaje y todo lo que nos pongamos por encima será siempre un complemento a lo que realmente somos. 

Así que hoy en “Alexandra de Noche” vamos a pasarla súper bien, sin maquillaje, hablando y riéndonos de la vida como mejor nos parezca. Están todas invitadas, pero advertidas: no se vale ni gloss en los labios.