“Enerofest”

Este es el nombre con el que deberían denominarse las controvertidas Fiestas de la Calle San Sebastián, ya que el consumo de cerveza y otras bebidas embriagantes la hacen parecerse a la festividad germánica del OktoberFest.

Los artesanos han pasado a un segundo plano, ya que las fiestas, mal llamadas ahora SanSe para alejarlas más de su verdadero sentido de homenaje al santo, se han convertido en un culto a las cervecerías y al desorden. Un artesano que por años concurrió a exhibir y vender sus creaciones en esta actividad dice que decidió retirarse hace tiempo, cuando pasó tremendo susto y estuvo a punto de ser golpeado con una botella voladora durante un incidente de violencia. Relató que recogió a toda prisa sus materiales, muchos de los cuales se rompieron, para poder ponerse a salvo y juró que jamás volvería a participar en las fiestas.

Ya no son las fiestas que creó, promovió y dirigió prácticamente hasta su fallecimiento doña Rafaela Balladares, en las que las familias podían compartir sanamente y acceder sin dificultad al Viejo San Juan. La situación ha ido empeorando, en gran medida por la incapacidad manifiesta de las autoridades municipales para controlar adecuadamente el flujo de visitantes sin violarles los derechos civiles. ¿Qué habría pasado durante la celebración de la Gran Regata conmemorativa del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, en 1992, en la que reinó un ambiente de fiesta sin incidentes violentos, si a las autoridades se les hubiera ocurrido catear a todo el mundo y cercar el área portuaria?

La falta de flexibilidad de la Policía Municipal quedó evidenciada con el atropello del que fueron víctimas el arquitecto Javier Blanco y su esposa, ambos octogenarios, a quienes se les impidió que su hija los pudiera dejar en la puerta de su residencia en el Viejo San Juan a pesar de tener carnet de impedidos y tarjetas de residentes bonafide. Ojalá que las lecciones de este año sirvan para corregir los errores con miras al futuro, si se quiere preservar esta festividad anual.

Lección anecdótica

Lo que ocurrió el miércoles pasado en la vista oral televisada del Tribunal Supremo sobre la legislación de reforma del retiro de la judicatura, en la que algunos jueces atropellaron a la procuradora general Margarita Mercado, trajo a la memoria de un veterano ex juez una anécdota del fenecido abogado constitucionalista Santos P. Amadeo. Cuenta el relator que en una vista oral ante el Supremo, en la década del cincuenta, mientras don Santos P., como se le conocía, argumentaba un caso, los jueces comenzaron a hacer preguntas y comentarios entre ellos. Amadeo detuvo su argumentación y mirando fijamente a los jueces, les dijo: “O hablan ustedes o hablo yo”. Los jueces, cual niñitos regañados, no tuvieron otro remedio que callarse y permitir que el ponente continuara con su exposición.

El relator recomendó a algunos jueces del Supremo actual que observen las vistas orales del Tribunal Supremo de Estados Unidos, para que copien su estilo. Después de todo, el meollo en el asunto de la pensión de la judicatura es la retroactividad que se sacaron de la manga a última hora los líderes legislativos Eduardo Bhatia y Jaime Perelló, pasando por encima de la propuesta original del gobernador Alejandro García Padilla, que a su vez fue incapaz de defender lo pactado con la judicatura y firmó el polémico proyecto.

Nueva cara vieja

Hay quienes prefieren seguir cogiendo cantazos políticos antes que retirarse con dignidad. ¿Se acuerdan de Leonides Díaz Urbina, quien ocupó un escaño cameral y llegó hasta a presidir por carambola el Partido Nuevo Progresista? Pues resulta que ahora quiere volver al ruedo como candidato a la alcaldía de San Juan en el 2016.

“No por mucho madrugar amanece más temprano”, dice el refrán, que bien podría aplicarse en este caso a Díaz Urbina, que ya dejó saber públicamente su aspiración a la poltrona capitalina. Díaz Urbina, identificado con el bando de Ricardo Rosselló, tendrá seguramente que enfrentar a Miguel Romero, ex secretario del Trabajo y de la Gobernación de Luis Fortuño, que también aspira a ser alcalde de la capital.

Díaz Urbina es uno de los beneficiarios de la llamada “ath” de Toa Baja, ya que por varios años ha sido asesor del alcalde penepé Aníbal Vega Borges mediante un jugoso contrato. Vega Borges también apoya a Rosselló.

“Off the record”

San Juan a oscuras

La preocupación de la alcaldesa Carmen Yulín Cruz por la seguridad en las Fiestas de la Calle San Sebastián debe extenderse a las calles oscuras que proliferan en la capital. La falta de luz fomenta el crimen y crea condiciones inseguras cada día,  no solo durante un fin de semana.