¿Trabajas por cuenta propia? Si este es tu caso, el plan Keogh puede ser una opción de ahorro para tu jubilación y la de tus empleados.

“Por ejemplo, si un abogado tiene su propia oficina, la secretaria pudiese ser parte del plan. Los fondos del retiro de la secretaria también saldrían de ahí”, dijo, a modo de ejemplo, el consultor financiero certificado Carlos Miranda Monroig, dueño y presidente de la firma de planificación financiera Strategic Capital Partners.

Quienes trabajan por cuenta propia, son propietarios de negocios que no están incorporados o son dueños de más de un 10% del capital de una sociedad especial o corporación de individuos, son elegibles para abrir un plan Keogh.

Es un plan que suele ser solicitado por personas con ingresos netos de $50,000 o más que buscan cómo ahorrar en el pago de contribuciones sobre ingresos, apuntó Juan José Santiago, vicepresidente senior y oficial de fideicomisos de Oriental. 

Agregó que hoy día los clientes buscan este tipo de planes de retiro a edades más tempranas. “Ahora se está viendo que cuando abren sus oficinas, ya sean médicos, abogados o CPA, inmediatamente consideran abrir un plan Keogh para ahorrar para el futuro. Antes la gente lo hacía a los 40 o 50 años”, sostuvo Santiago.

A continuación, ambos expertos responden preguntas sobre el tema:

1. ¿Cómo se abre un plan Keogh?

El plan Keogh es un tipo de fideicomiso y se crea mediante escritura pública ante un notario, después de lo cual debe ser sometido al Departamento de Hacienda para su aprobación. En la escritura se establece qué tipo de inversiones se pueden hacer con ese dinero y quiénes serán los beneficiaros del plan.

2. ¿De dónde sale el dinero?

Una vez creado, el plan se nutre de las aportaciones que haga el consumidor que solicitó su creación. El individuo puede aportarle cada año hasta un 25% de su ingreso neto anual, hasta un máximo de $53,000, para deducir esa aportación de la planilla de contribución sobre ingresos. Esas aportaciones anuales son 100% deducibles de la planilla, lo que constituye uno de los principales beneficios de este plan de retiro calificado. No obstante, si el consumidor le aporta una cantidad mayor a la estipulada, “Hacienda le puede cobrar un 50% de penalidad de ese dinero por haber aportado de más”, advirtió Santiago.

3. ¿En qué se puede invertir?

Una vez dentro del plan, ese dinero puede ser invertido en certificados de depósito, fondos mutuos, acciones, bonos y anualidades, con el propósito de hacerlo crecer. Una ventaja, según Miranda, “es que con el plan Keogh, ese dinero crece diferido del pago de contribuciones. Esto significa que ese dinero, aunque va a estar creciendo, solo va a pagar contribuciones al momento de retirarlo del plan. Si por ejemplo, compras acciones y fondos mutuos, esa transacción no tiene ningún efecto contributivo hasta el momento en que decidas retirar”.

4. ¿Qué sucede al momento de la jubilación?

Si el individuo tiene menos de 60 años de edad, recibirá libres de contribuciones los primeros $11,000 anuales que saque del plan, mientras que si tiene 60 años o más, los primeros $15,000 anuales que retire los obtendrá libres de impuestos. Si realiza retiros antes de la edad estipulada en la escritura pública del plan, tendrá que tributar por ese dinero a la tasa aplicable al momento de hacerlo.  

Otra opción es retirar todo el dinero del plan a una tasa preferencial de 20% de contribución, lo que representa un ahorro en comparación con la tasa regular de 33% de tributación de ingresos para individuos en la planilla. El ejecutivo de Oriental resaltó que “al llegar el momento del retiro debes decidir si sacas el dinero del plan por partidas anuales o sacas una suma total, pues una vez empiezas a sacar retiros parciales anuales, no cualificas para la tasa de 20% por retirar la suma total”. 

5. ¿Y si el beneficiario muere?

En caso de que la persona fallezca, el dinero que esté dentro del plan, aunque se haya invertido en Estados Unidos, no pagará impuestos de herencia federal, que en ocasiones pueden ser de hasta el 45%, indicó Miranda.